La polémica “Ley para la Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio” ratificada por el gobierno talibán en Afganistán controla todos los aspectos de la vida afgana social, pública o privada, y garantiza la aplicación más rigurosa la sharía (la ley islámica). Las mujeres que canten, reciten o hablen en público serán castigadas por el gobierno talibán y acusadas de una "falta contra la modestia". Así que el sonido de la voz femenina quedará silenciada por ley en Afganistán.
La norma también controla el uso obligatorio del hiyab para cubrir el rostro de las mujeres, que a partir de ahora es innegociable. Y, entre otras cosas, prohíbe a los conductores llevar en sus vehículos a mujeres adultas sin la presencia de un tutor masculino legal.
En el caso de los hombres, se prohíbe uso de la corbata, que se peinen, que se afeiten e incluso que se recorten la barba por debajo de la longitud de un puño. Se considerará una violación de la ley islámica y podrán ser condenados.