Para los más vulnerables los precios de los alimentos siguen siendo más altos que antes de la pandemia de la COVID-19. Entre los datos que recoge la ONG World Vision en su informe PRICE SHOCKS, una cesta de alimentos compuesta por 10 productos básicos cuesta de media 1 hora y media de trabajo en Australia, Irlanda o Singapur, 2 horas en Reino Unido, Francia y EEUU y 3 horas España. Mientras queen Burundi para poder adquirir esa misma cesta necesitan trabajar una media de 36 días, 25 días en República Centroafricana o 14 en países como Sudán, Malawi o Mozambique.
Las desigualdades son cada vez más acuciantes en los países más pobres del mundo, como avisa Eloísa Molina, directora de comunicación de World Vision. “Países afectados por conflictos violentos, por fenómenos climáticos extremos, por desplazamientos forzosos -los especialmente vulnerables- son los que precisamente no dejan de ver cómo los alimentos siguen y siguen subiendo”. Y lamenta que “los niños y las niñas expuestos al hambre tienen más probabilidades de verse forzados al matrimonio infantil o al trabajo infantil”.
Desde la ONG World Vision advierten en su informe Price Shocks de que de los más de 40.000 millones de dólares anuales que se estima que son necesarios para evitar la muerte de casi 4 millones de menores en el Planeta, apenas una décima parte se ha destinado finalmente a intervenciones para lograr estos objetivos desde el año 2015.