La comunidad de Kupiansk, en la región de Járkov, fue el escenario de un trágico episodio cuando una bomba aérea guiada lanzada por Rusia impactó en un centro vital de transfusión de sangre. El presidente Zelenski informó sobre el ataque a través de su canal de Telegram, sin entrar en detalles.
Según el presidente, "Rusia disparó cohetes y misiles de crucero a última hora del sábado" y "algunos de estos cohetes habrían sido derribados por cazas de defensa antiaérea ucranianos".
Este atroz acto de agresión ha sido calificado por Zelenski como un "crimen de guerra", destacando que refleja la crueldad y violencia de la agresión rusa hacia su país. Los servicios de rescate están trabajando arduamente para extinguir las llamas y atender a los heridos tras el devastador ataque.
Zelenski ha concluido su breve comunicación con un llamamiento "para todos los que valoran la vida", para quienes "vencer a los terroristas" es, en su opinión "una cuestión de honor"