El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles al nuevo Ejecutivo comunitario de Ursula von der Leyen, una Comisión que iniciará mandato el próximo domingo, 1 de diciembre, con siete vicepresidencias en su equipo, entre ellas la de Transición Justa para la española Teresa Ribera y la de Cohesión para el ultraconservador Raffaele Fitto.
Tras superar una semana de difíciles negociaciones con vetos cruzados, el pleno reunido en Estrasburgo (Francia) ha confirmado su luz verde con una ajustada mayoría de 370 votos a favor, 282 en contra y 36 abstenciones.
El equipo de Von der Leyen necesitaba una mayoría simple de los votos emitidos en la sesión para salir adelante, lo que tenía garantizado tras el acuerdo sellado la pasada semana por el Partido Popular Europeo (PPE), los Socialistas y Demócratas (S&D) y los liberales de Renew (RE) para una agenda "proeuropea" en la legislatura. También una mayoría del grupo de los Verdes y parte de los ultraconservadores de ECR adelantaron su apoyo.ç
El PP español vota 'no'
A falta de que se publique el voto nominal, el PP español y Vox avanzaron que votarán en contra del conjunto de la Comisión por su rechazo a Ribera, mientras que eurodiputados de Sumar, Podemos, BNG, EH Bildu, ERC, Compromís dijeron rechazar la vicepresidencia para Fitto por ver en ella un giro hacia la extrema derecha.
Fuentes populares confirmaron el sentido del voto después de que la semana pasada avanzaran que no apoyarían al nuevo equipo de Von der Leyen, con quien comparten familia política, por la mera presencia de Ribera.
Génova justifica su veto a Ribera en la gestión de la DANA, ya que considera que es la principal responsable de la tragedia por la información que suministró la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) a la Generalitat Valenciana. Además, le recrimina que "desapareciese" durante la catástrofe y estuviera volcada en su examen como comisaria europea.
El PP español intentó que el PPE vetara a Ribera, pero no lo logró. Sin embargo, se mostraron satisfechos con el desenlace de los acontecimientos. Primero, porque consideran que el argumentario del PSOE queda debilitado.
En la dirección nacional coinciden en que Feijóo no está en La Moncloa principalmente por el pacto de Gobierno que el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, cerró con Vox en el preludio de las elecciones generales del 23 de julio de 2023. Sánchez aprovechó este acuerdo para azuzar el miedo a la llegada de la ultraderecha a las instituciones.
El PP ya está intentando explotar este acercamiento con Meloni y Orbán para combatir este relato. "Ha abierto la puerta de la gobernabilidad a la ultraderecha", resumieron la semana pasada las fuentes consultadas, que compararon el aval de Sánchez al italiano Raffaele Fitto con la decisión del presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, de dar entrada en su Gobierno a Juan García-Gallardo, de Vox.
Y, en segundo lugar, porque dicen que, al retrasar una semana el nombramiento de Ribera, se han "internacionalizado" las dudas sobre su gestión ante la catástrofe, que se saldó con al menos 219 fallecidos en Valencia. El PPE, de hecho, quiso incluir en su carta de evaluación su exigencia de que dimita si es imputada.
A las dudas sobre la DANA se suma también que el presunto comisionista de la trama del 'caso Koldo', Víctor de Aldama, aseguró la semana que se reunió con ella en varias ocasiones. Ante esta información, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, defendió que Ribera debía retirar su candidatura, a lo que ella se negó.