El Ministerio de Sanidad y la Consellería de Sanitat han activado un protocolo de vigilancia epidemiológica ante la emergencia sanitaria derivada de las inundaciones provocadas por la Dana. Un plan que incluye una evaluación diaria de la situación que tiene como objetivo detectar de forma precoz cualquier brote de infección en las zonas afectadas y controlar su evolución.
Según el documento, para identificar posibles casos de enfermedades transmisibles después de la Dana, hay que tener en cuenta dos criterios principales:
- Criterio Epidemiológico: cuando la persona ha estado expuesta a zonas inundadas por la Dana (residentes, personas que han participado en tareas de limpieza y recuperación y convivientes de los anteriores).
- Criterio Clínico: cuando la persona presenta síntomas que sugieren una posible enfermedad transmisible.
Transmisión alimentaria-hídrica
- Gastroenteritis aguda leve: persona que presenta signos y síntomas de gastroenteritis aguda sin signos de gravedad.
- Gastroenteritis aguda grave: persona que presenta signos y síntomas de gastroenteritis aguda con signos de gravedad, entre los que se encuentran la diarrea sanguinolenta, profusa, con productos patológicos, con deshidratación, acompañada de fiebre alta, etc.
- Ictericia aguda: persona que presenta ictericia aguda, caracterizada por la coloración amarillenta de la piel y mucosas, coluria y/o acolia.
- Sospecha de leptospirosis: persona que presenta fiebre más 2 de los siguientes síntomas: escalofríos, cefalea, mialgias, erupción, inyección conjuntival, ictericia, miocarditis, fallo renal, hemoptisis, otras manifestaciones hemorrágicas.
Transmisión respiratoria
- Sospecha clínica de neumonía: persona que presenta una infección respiratoria aguda compatible con neumonía.
Otros cuadros clínicos
- Meningo-encefalitis aguda: fiebre elevada sin causa aparente, dolor retroocular, signos meníngeos, o signos de alarma como dolor abdominal, vómitos persistentes o sangrado; síntomas específicos como debilidad muscular, confusión, o erupciones cutáneas.
- Fiebre con exantema: persona que presenta y erupción puntiforme de color rosado.
- Sepsis: persona que presenta sepsis (cuando el sistema inmunitario reacciona de manera exagerada a una infección).
¿Cuándo hay que buscar atención sanitaria?
El documento recomienda mantenerse alerta a estos síntomas si se ha estado expuesto a zonas inundadas o se ha participado en tareas de limpieza. Ante cualquier signo de alarma o empeoramiento, se debe buscar atención sanitaria lo antes posible en el centro de salud más cercano.
¿Y cuáles son los síntomas a los que hay que prestar atención? Según explicó el director general de Salud Pública y Equidad en Salud, Pedro Gullón, son los siguientes:
- Fiebre elevada o persistente.
- Diarreas o vómitos especialmente intensos o persistentes (elementos anómalos en esas diarreas o vómitos, como cambios de color, disminución de orina o cambio de color de la orina).
- Dolor abdominal intenso.
- Color amarillenta de piel u ojos.
- Orina oscura.
- Dificultad para respirar.
- Erupciones rojas o pústulas en la piel.
- Dolor de cabeza intenso o rigidez de cuello que sea de aparición nueva.
- Confusión, desorientación, agitación.
- Heridas abiertas o lesiones que puedan tener síntomas de que puedan estar infectadas (enrojecimiento, hinchazón o secreción).
- Estrés o ansiedad fuera de lo habitual.
Información sanitaria sobre la Dana: infecciones, vectores de enfermedades, etc...
Además del documento conjunto del Ministerio y la Consellería, la cartera dirigida por Mónica García ha publicado en su página web información sanitaria relativa a la Dana.
En ella explica que el riesgo asociado a las enfermedades transmisibles más frecuentemente relacionadas con inundaciones (infecciones de heridas, enfermedades transmitidas por agua y alimentos, leptospirosis y legionelosis) se considera bajo para las primeras, las infecciones de heridas, y moderado para el resto, sobre todo en las primeras fases de la emergencia, siendo bajo pasadas unas 4-5 semanas del momento agudo.
En el caso de las infecciones víricas respiratorias, enfermedades transmitidas por vectores e inmunoprevenibles, este riesgo se considera bajo desde el principio de la emergencia, si bien, en el caso de las enfermedades transmitidas por vectores o las relacionadas con plagas como los roedores, puede haber un repunte del riesgo a un nivel moderado a medio plazo.
Infecciones
Respecto a las infecciones, el riesgo de contraerlas puede aumentar en el contexto de una inundación, haciendo especial énfasis en las siguientes:
- Infecciones gastrointestinales por la ingesta de agua o alimentos contaminados.
- Infecciones respiratorias por el paso de agua contaminada a las vías respiratorias a través de la ingesta o la inhalación.
- Infecciones de heridas producidas durante las inundaciones o las tareas de limpieza.
Heridas
Ante la aparición de heridas menores, el Ministerio recomienda seguir las siguientes instrucciones:
- Lavarse manos con agua y jabón. Si es posible, usar guantes desechables después del lavado de manos para limpiar la herida y evitar tocarla.
- Retirar la ropa sucia y accesorios alrededor de la herida.
- Si sangra la herida presionar directamente sobre la misma y mantenerla lo más limpia posible una vez haya dejado de sangrar.
- Examinar la herida para comprobar si hay suciedad o cuerpos extraños (en caso de objetos como tierra, madera, metal u otro tipo, buscar atención sanitaria). Mojar con agua embotellada o limpia (o solución salina si está disponible) y limpiar con agua y jabón alrededor de la misma sin introducir suciedad en la herida.
- Secar la herida con palmaditas, sin frotar y con material limpio (gasa, venda o paño limpio) y cubrir con una venda o un pañuelo limpio seco. No cubrir aquellas heridas sucias sin limpiar.
- Revisar la herida cada día. Si la herida se pone roja, se inflama o tiene secreciones, o ante la aparición de signos como fiebre, mayor dolor, dificultad para respirar, palpitaciones o confusión o aturdimiento, acudir a un profesional sanitario.
- Acudir siempre a un profesional sanitario ante la presencia de objetos dentro de la herida, en caso de que se haya producido por una mordedura o provocada por un objeto punzante y sucio.
Vectores de enfermedades
La proliferación de antrópodos tras una inundación puede suponer riesgos para la salud tanto en el medio como en el largo plazo, además existen algunas especies que pueden actuar como vectores de enfermedades infecciosas.
En cuanto a las medidas para prevenir la proliferación de estos artrópodos y controlar su densidad, así como para reducir la posibilidad de contagio están las siguientes:
- Evita que los recipientes o utensilios recuperados acumulen agua.
- Protege con tela mosquitera o tapa los recipientes donde almacenes agua (bidones, cubos, etc).
- Guarda los alimentos en lugares limpios y protegidos del acceso de roedores. Recuerda desechar los alimentos afectados por las inundaciones.
- Deposita las basuras en bolsas cerradas y en los lugares habilitados para ello utilizando los contenedores si estuvieran disponibles. En su ausencia, lo más alejado posible de las viviendas.
- Recupera, limpia y recoloca, en la medida de lo posible, las mosquiteras en ventanas y puertas.
- En caso de observar presencia de mosquitos, utiliza ropa que cubra extremidades y repelente en zonas de piel no cubiertas.
- En caso de observar una acumulación de mosquitos o la presencia de roedores, avisa a las autoridades.
"No podemos permitir que el agua residual se quede dentro de pueblos, hay que evacuarla"
La Dana ha causado daños a infraestructuras básicas para la ciudadanía como la red de agua, que presenta "tres problemas muy graves" que pueden derivar en riesgos para la salud pública y el medio ambiente: las fugas en la red que dificultan el acceso al agua potable; la falta de depuración posterior y, especialmente, la obstrucción de los colectores por el barro que se está solidificando y puede hacer que el agua se estanque.
"No podemos permitir que el agua residual se quede dentro de los pueblos, hay que evacuarla", ha explicado el vicepresidente de la International Water Association, ingeniero industrial y catedrático de la Universitat Politècnica de València, Enrique Cabrera, en declaraciones a Europa Press.
El experto ha señalado que, tras el temporal, "es como si hubiésemos retrocedido muchos años en esas zonas cero y estuviésemos como a lo mejor pueden estar en algunos países más pobres. El agua potable y el saneamiento son todos objetivos de desarrollo sostenible. Lo que tenemos que lograr es que los vecinos de zona cero vuelvan a tener los niveles de estándar que tenemos en el resto del país, tener agua potable en sus hogares y saneamiento completo", ha señalado Cabrera.
Barro solidificado
Lo "más grave", ha indicado el catedrático, es la posible obstrucción de los colectores. "Los tubos de alcantarillado en algunas poblaciones se han estado utilizando para meter el barro y casi cualquier cosa que hubiera en las calles dentro", con imágenes de vecinos y voluntarios que tenían que despejar las vías y sus hogares y no tenían otra forma de hacerlo.
"El problema es que ese barro se solidifica en superficie y también por debajo, en esos colectores que son los que evacúan, en muchos casos, las lluvias", ha advertido. Por eso, cuando se reactivó el pasado fin de semana la alerta metereológica, "algunos alcaldes estaban muy preocupados" de que la red pluvial no pudiera evacuar el agua.
Además, algunas poblaciones pueden tener "dificultades" para evacuar también las aguas residuales y éstas se pueden estancar. "Eso, sin duda, es un problema grave de salud pública", ha avisado Cabrera.