Son muchos los que desde hace unos años han incluido el agua micelar en la rutina de skincare, así como otros productos que -en no pocas ocasiones- se han servido de la viralidad de las redes sociales.
Se utiliza para eliminar impurezas, maquillaje y restos de grasa de la piel.
La cantidad de agua micelar necesaria puede variar según las necesidades individuales de cada uno. Por ejemplo, si usas maquillaje pesado o tienes piel grasa, es posible que necesites más producto.
Pasos a seguir para usar el agua micelar
Dentro de tu rutina de cuidado facial puedes usar el agua micelar de dos maneras:
- Como único paso: para retirar las impurezas y el maquillaje.
- Como parte de doble limpieza facial: este tipo de rutina belleza se ha hecho muy famoso en los últimos tiempos, ya que su origen procede del skincare coreano, conocido por sus buenos resultados en la piel. En este tipo de rutina, el agua micelar se utiliza tras haber retirado la mayor parte del maquillaje con un producto jabonoso u oleoso, como paso final para no dejar ni una impureza.
- Lava tus manos: antes de comenzar, asegúrate de que tus manos estén limpias. Esto evitará transferir bacterias y suciedad a tu rostro durante el proceso de limpieza.
- Empapa un algodón con agua micelar: vierte una cantidad adecuada de agua micelar en un algodón o almohadilla facial.
- Remueve el maquillaje de los ojos: en el caso de llevar maquillaje en los ojos, puedes usar un algodón empapado en agua micelar para eliminar suavemente el maquillaje de los ojos. Es recomendable sostén el algodón sobre el área cerrada del ojo durante unos segundos antes de limpiar, esto permitirá que el producto haga efecto.
- Limpia tu rostro: pasa suavemente el algodón o la almohadilla empapada en agua micelar sobre tu rostro. Comienza desde el centro y trabaja hacia afuera, asegurándote de cubrir toda la cara, incluyendo la línea del cabello y el cuello.
- Concéntrate en áreas problemáticas: si tienes áreas específicas con maquillaje resistente o impurezas, puedes sostener el algodón empapado en agua micelar sobre esa área por unos segundos antes de limpiar para permitir una acción más efectiva.
- No es necesario enjuagar: la gran ventaja del agua micelar es que no requiere enjuague. Sin embargo, si prefieres, puedes secar suavemente tu rostro con una toalla limpia.