Cuando hablamos de medicina estética no nos limitamos a las intervenciones quirúrgicas; de hecho los tratamientos más demandados en España son la luz pulsada intensa, los rellenos con ácido hialurónico, la mesoterapia, el plasma rico en plaquetas y las inyecciones de toxina (por ejemplo el botox). Según datos de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), el 50% de la población española se ha realizado, al menos, un tratamiento.
El perfil de quienes demandan estos servicios es fundamentalmente femenino (69%) y la edad media se sitúa entre los 35 y los 54 años. Echando la vista atrás, para comprobar los datos del último informe, realizado en 2017, vemos cómo ha aumentado el número de jóvenes que se someten a algún tratamiento (del 14% al 20%) y también el de mayores de 45 años (del 28% al 38%).
Los jóvenes buscan modificación de rasgos, los mayores, prevención del envejecimiento
Estos datos suponen que uno de cada cinco jóvenes hasta los 25 años ha acudido a la medicina estética y también dos de cada cinco mayores de 45 años. Estos últimos "en una búsqueda de la prevención del envejecimiento", explica Petra María Vega, portavoz de la sociedad científica. Los jóvenes, hasta los 18 años, son tratados por alguna patología, como acné, hirsutismo, obesidad, etc. En ningún caso hay modificación de rasgos, que sí se produce a partir de ahí, sobre todo de labios, pómulos y nariz.
El informe de SEME aborda también el nivel social de quienes demandan estos tratamientos. y el resultado es que el 69% de los pacientes corresponden a clase alta o media alta, el 25% a clase media y el 6% a clase baja. El coste de estos servicios, unido al gran desconocimiento de los ciudadanos sobre la medicina estética (el 22% de los encuestados no la relacionan con tratamientos concretos), provoca un elevado nivel de intrusismo.
No es lo mismo pintarse las pestañas que inyectarse un ácido en la cara
"Se lleva a cabo en peluquerías, en centros de estética que incluso si cuentan con un médico, hemos detectado -asegura Juan Antonio López, presidente de la SEME- a veces los realizan cuando no está, lo que es una completa irregularidad". "Además -añade Petra María Vega- un 8% recibe el tratamiento en su propio domicilio y tenemos constancia de aplicaciones en hoteles e incluso en lavabos de cafeterías. Esa es la realidad. Se hacen tratamientos estéticos como quien se compra un rímel y no es lo mismo pintarse las pestañas que inyectarse un ácido en la cara".
Y peor aún. "Hay muchos portales -explica Sergio Fernandez, vicepresidente segundo de la SEME- donde la gente hace sus pedidos online, encuentra ácidos hialurónicos que carecen de cualquier control o trazabilidad, no sabes si ha estado expuesto al sol o si ha sido manipulado. Pero lo adquieren, ven un tutorial de YouTube y lo inyectan o se lo autoinyectan".
Hay que buscar la licencia que identifica los centros legales: U.48
La U.48 es la licencia sanitaria que identifica a la clínica como centro sanitario autorizado y la otorga la Consejería de Sanidad de cada Comunidad Autónoma. El número de centros sanitarios autorizados por el Ministerio de Sanidad para ejercer la Medicina Estética en España alcanzó los 6.305 centros con U.48 en 2021.
Para que las consejerías de Sanidad de las comunidades autónomas puedan autorizar la apertura de una clínica de Medicina Estética U.48 en nuestro país deben cumplir una serie de requisitos. El médico solicitante de la unidad U.48 debe cumplir uno de estos dos requisitos: Disponer de un certificado del colegio de médicos correspondiente, acreditativo de la capacitación profesional en Medicina Estética, y documentación acreditativa sobre la formación en reanimación cardio pulmonar (RCP).