Últimamente está circulando por Tik Tok una moda muy peligrosa, quemarse para broncearse. Esto no debería practicarse nunca por los peligros para la salud que conlleva. Lo que hay que hacer es justo lo contrario, protegerse del sol, utilizando crema protectora, sombrero y gafas de sol. No hacerlo podría acarrear consecuencias graves como el cáncer de piel.
La moda sin fundamento del "callo solar"
La nueva tendencia que se ha hecho viral en redes sociales es muy dañina, ya que recomienda “construirte tu callo solar”. Esto consiste en exponerse al sol sin protección y de manera continuada para que la piel desarrolle tolerancia al sol y a la radiación ultravioleta. Quienes lo practican declaran que se tienen que quemar de manera profunda para que su cuerpo resista la radiación solar. Afirman que una vez que se hacen su callo solar, ya están protegidos contra las quemaduras solares, sintetizan mejor la vitamina D y mejoran la apariencia de la piel.
¿Hay alguna evidencia que confirme esta teoría?
Definitivamente, no. El callo solar no existe, la piel no puede desarrollar tolerancia al sol ni a la radiación ultravioleta. Al contrario, la evidencia demuestra que el sol envejece la piel, produce arrugas y manchas, quemaduras y aumenta el riesgo de que aparezca un cáncer de piel.
Vitamina D sin quemarte
La vitamina D es necesaria para tener una buena salud en los huesos y dientes. Unos niveles bajos de esta vitamina nos pueden producir osteoporosis. Esta vitamina se obtiene de manera natural a través de la alimentación y de la exposición al sol. Cuando la luz solar entra en contacto con la piel, se sintetiza vitamina D a partir del colesterol. Es suficiente con exponer la cara y los brazos al sol durante unos 15 minutos al día en verano para lograr una producción adecuada de vitamina D.
Para ello, la piel no debe llevar protección solar, de esta forma no se bloquea la síntesis de la vitamina D, ¡pero con cuidado y sin quemarse! El callo solar no te ayuda, de ninguna manera, a sintetizar mejor la vitamina D.
Otra forma de aumentar los niveles de esta vitamina es tomando alimentos ricos en vitamina D, como huevos, salmón, dorada y otros pescados grasos. Y, si fuera necesario, el médico puede recetarnos suplementos de vitamina D.
Cáncer de piel: un riesgo real
Algunos usuarios de TikTok proclaman sin ningún tipo de fundamento que si tienes callo solar, puedes recibir todo el sol que quieras sin problema. La exposición al sol, especialmente aquella prolongada a lo largo de la vida, es un factor de riesgo de primer orden en el desarrollo de un cáncer de piel.
Este riesgo es mayor si has sufrido quemaduras solares con ampollas, especialmente durante la infancia; si eres usuario de una cabina de rayos UVA para broncearte; si tienes antecedentes familiares; si has padecido previamente un cáncer de piel o has recibido algún tratamiento dermatológico como radioterapia, radiación ionizante para el acné o rayos PUVA para la psoriasis; o si tienes muchos lunares, ya sean comunes, atípicos o congénitos.
Relación entre fototipo y riesgo
Las personas rubias y pelirrojas, de piel clara, pecosas, que no se broncean y se queman con facilidad disponen de menor tolerancia al sol y, en consecuencia, de más propensión a sufrir melanomas que las personas de piel oscura. Por eso es tan importante utilizar una buena crema de protección solar, y seguir algunas medidas como no exponerse al sol en las horas centrales del día, en pleno verano, ni cuando el índice UV es muy alto.
Siempre que no estemos a la sombra, es recomendable protegerse utilizando un sombrero, gafas de sol y cubrirse con ropa. Hay un tipo de camisetas de protección solar que están fabricadas con un tejido muy tupido que reduce el alcance de los rayos solares en la piel mucho más que una camiseta normal. Resultan adecuadas para los niños en la playa y los adultos que hagan deporte al aire libre.
¿Te has quemado tomando el sol?
Si ya te has quemado, podemos seguir algunos consejos para aliviar el daño ya hecho. Es importante evitar los remedios caseros, ya que no hay evidencia de que sean eficaces y pueden resultar contraproducentes. Aplicar compresas de agua fresca o tibia sobre la superficie quemada, o darse una ducha fría puede ser de ayuda. Además de beber agua abundante a pequeños sorbos para evitar la deshidratación.
Otro remedio efectivo es ponerse crema hidratante para paliar la molestia del eritema, pero no pomadas antihistamínicas. Eso sí, hay que tener cuidado con los perfumes o jabones en la zona de piel dañada. Si sientes mucho dolor o tienes fiebre, puedes tomar un paracetamol. Y si la situación va a peor, persiste el dolor y el malestar o si se acompaña de fiebre, náuseas, vómitos, pulso débil o acelerado, confusión… no dudes en solicitar asistencia médica.
Por supuesto, olvídate del sol por unos cuantos días. Cuando la situación se normalice, cuidado con el sol: exposiciones limitadas y graduales, y utilizando crema solar con factor de protección alto. Lo ideal sería no tener que llegar a utilizar ninguno de estos remedios. Lo importante es disfrutar del sol con cabeza y no creerse los consejos virales de las redes sociales.