SANIDAD

Las consecuencas para la salud pública de la retirada de Estados Unidos de la OMS

Una de las primeras órdenes firmadas por Trump ha retirado a su país de la OMS alegando pagos desproporcionados, discrepancias políticas y una inadecuada gestión de la pandemia de covid-19.

Maria João Forjaz | Ángela Dominguez García

Madrid |

Las consecuencas para la salud pública de la retirada de Estados Unidos de la OMS
Las consecuencas para la salud pública de la retirada de Estados Unidos de la OMS | Europa Press

El 20 de enero, el presidente de EEUU, Donald Trump, firmó una orden para retirar su país de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alegando pagos desproporcionados, discrepancias políticas y una inadecuada gestión de la pandemia de covid-19. Por su parte, la OMS ha recordado que EEUU es uno de sus miembros fundadores y que esta medida impactará no sólo en la salud de la población estadounidense, sino en la de las personas de todo el mundo.

¿Qué hay de cierto? ¿Realmente esta retirada puede tener importantes consecuencias para la salud pública y relevantes implicaciones éticas? Lo cierto es que sí.

Empeoramiento de la salud en la población estadounidense

El estado de salud poblacional en EEUU., que nunca ha destacado por su equidad, ha empeorado en los últimos años con nuevos riesgos, como la tristemente conocida crisis de los opioides.

Hasta ahora, las guías y estrategias de la OMS han contribuido significativamente a las políticas nacionales estadounidenses en temas clave como la promoción de la actividad física o la salud materno-infantil, problemas que presentan, además, un marcado carácter social. El abandono de EEUU de la OMS podría repercutir en estas políticas, con un impacto directo en la salud de su población y un aumento de las desigualdades sociales.

Disminución de fondos, personal y programas de la OMS

EEUU ha sido, hasta la fecha, el principal donante y socio de esta organización de las Naciones Unidas, aportando 1 284 millones de dólares durante 2022-2023 en contribuciones obligatorias y voluntarias. Sin estos fondos, habrá programas y acciones que no podrán llevarse a cabo, con consecuencias importantes en las poblaciones más vulnerables de países de bajos ingresos que dependen de los programas de salud financiados y apoyados por la OMS.

Éticamente esto puede ser considerado una negligencia hacia quienes más necesitan ayuda. Por ejemplo, EEUU contribuyó a la respuesta ante el mpox con más de 22 millones de dólares, apoyando la entrega de vacunas en países africanos.

Se verán igualmente comprometidos los esfuerzos de salud de emergencia de la OMS en la prevención y preparación para futuras amenazas. Así, la retirada de la organización erosiona la confianza en su compromiso con los valores éticos de solidaridad, justicia y cooperación.

Futuras pandemias e incumplimiento del reglamento de salud internacional

Los riesgos sanitarios no conocen fronteras. La OMS es el organismo que aúna los esfuerzos de las distintas regiones para preservar y mejorar la salud de la población mundial, teniendo un papel fundamental para prevenir el riesgo de epidemias y pandemias.

Por ejemplo, la OMS impulsó en mayo de 2024 la firma de un tratado de pandemias que impone a todos los países miembros la adopción de medidas para controlar su propagación. El incumplimiento de estas medidas supone una amenaza para la salud global, como podría ocurrir si el virus de gripe aviar A (H5N1), actualmente circulando en ganado vacuno –sobre todo en EEUU–, adquiriera características que le permitieran la transmisión entre humanos.

Igualmente, el Reglamento Sanitario Internacional (RSI-2005) es el marco legal para la detección y respuesta a estos riesgos, de cumplimiento obligatorio en los 194 miembros de la OMS, e incluye medidas aplicables a quienes viajan y a mercancías en puertos y aeropuertos, certificados de vacunación y la notificación de emergencias de salud pública de importancia internacional. Además, el RSI permite prestar apoyo a los Estados afectados, así como evitar la estigmatización y el impacto negativo en el turismo y comercio internacionales.

El abandono por parte de EEUU de este marco de cooperación multilateral implicaría una distorsión grave para aplicar el reglamento lo que dificultará la respuesta a futuras pandemias.

Debilidad de la responsabilidad y el compromiso con la salud global

La OMS es el organismo de referencia para la gobernanza mundial de la salud, y su debilitamiento compromete la capacidad de la comunidad internacional para enfrentar desafíos transnacionales.

El cambio climático, probablemente el reto más importante, encuentra en el Acuerdo de París un marco global indispensable para su abordaje. En este caso, si bien EEUU tradicionalmente ha desempeñado un papel de liderazgo en la salud del planeta, siendo una de las naciones más ricas y más contaminantes, tiene una responsabilidad ética hacia la salud global. Su salida de la OMS se valorará entonces como un abandono de esta responsabilidad, en un momento en que el compromiso y los acuerdos internacionales son clave.

Desprestigio de la OMS y de la ciencia

La OMS desarrolla directrices informadas por la evidencia científica, de manera que el abandono de EEEUU contribuye a debilitar el prestigio de la organización, lo que es también desprestigiar a la ciencia. Y no es casualidad, ya que ciertas políticas estimulan el valor comercial de la ciencia en contra de la consecución del bienestar social, promoviendo la competitividad por encima de la colaboración, y enfrentando así los intereses privados con los objetivos de la salud pública.

En conclusión, la decisión de EEUU de abandonar la OMS socava la cooperación internacional frente a desafíos de salud globales. Éticamente, la salud pública debe ser un puente para la unidad y la acción conjunta y no puede convertirse en una herramienta utilizada con fines partidistas.

Artículo escrito con el asesoramiento de la Sociedad Española de Epidemiología.

The Conversation