SALUD

Esta es la frecuencia con la que debes cambiar tu cepillo de dientes, según un odontólogo

Miriam Méndez

Madrid |

Esta es la frecuencia con la que debes cambiar tu cepillo de dientes, según un odontólogo
Esta es la frecuencia con la que debes cambiar tu cepillo de dientes, según un odontólogo | Pixabay

¿Te has preguntado alguna vez si ese fiel compañero en tu rutina diaria está realmente a la altura de su tarea? No hablamos de tu taza de café, ni de tu serie favorita en Netflix; hablamos de ese humilde, pero vital objeto, que espera pacientemente en el borde de tu lavabo: tu cepillo de dientes.

Aunque puede parecer, simplemente, un conjunto de cerdas y plástico, lo creas o no, su "fecha de vencimiento" es crucial para tu salud e higiene bucal. Cada día, confías en él para mantener tu sonrisa impecable y tu aliento fresco, pero ¿estás seguro de que no te está traicionando? En realidad, tu cepillo podría estar viviendo una doble vida: de día, tu protector contra la placa; de noche, un escondite para las bacterias.

¿Cuándo fue la última vez que lo cambiaste? Si tu respuesta te deja en duda o, peor aún, si no lo recuerdas, sigue leyendo: podrías estar poniendo en riesgo tu salud más de lo que imaginas. Te contamos, sin tapujos, cada cuánto deberías cambiar a este pequeño, y quizás subestimado, héroe de tu higiene personal. Porque, como en las mejores historias, a veces el héroe debe ser reemplazado... antes de que se convierta en el villano.

¿Cada cuánto deberíamos cambiar nuestro cepillo de dientes?

Ignacio Bordel Nieto, médico-odontólogo en la clínica de odontología Bordel Nieto, lo deja claro: “El cepillo de dientes, ya sea manual o eléctrico, es nuestra principal arma para mantener una correcta higiene bucal. No importa el tipo que sea, pero sí es fundamental mantenerlo correctamente, comenzando por sustituirlo cuando sea necesario”. De acuerdo con el especialista, la recomendación general es cambiar el cepillo de dientes cada tres o cuatro meses.

Esta recomendación está respaldada por la Asociación Dental Americana (ADA), que también sugiere reemplazar el cepillo en este mismo intervalo. Según estudios, las cerdas del cepillo se desgastan con el uso diario, lo que reduce significativamente su capacidad de eliminar placa y residuos de los dientes y encías. A los tres meses de uso, un cepillo pierde alrededor del 30% de su efectividad en la limpieza, lo que puede tener un impacto negativo en la salud bucal de las personas.

Además, aunque pueda surgir la duda de si hay diferencias entre los cepillos manuales y eléctricos, Bordel insiste en que "No importa que sea de un tipo u otro, el mantenimiento debe ser igual". Tanto en el caso de los manuales como de los eléctricos, las cerdas sufren desgaste y deben ser reemplazadas cuando sea necesario. Sin embargo, en los cepillos eléctricos es posible que solo sea necesario cambiar la cabeza, y esto puede ser una ventaja en términos de comodidad.

Señales físicas: ¿cuándo cambiarlo?

A pesar de que a muchos les surgen dudas sobre cuándo es el momento adecuado para reemplazar su cepillo de dientes, existen indicios físicos claros que facilitan esta decisión. De acuerdo con el médico-odontólogo, "Los cepillos modernos cuentan con la ventaja de incorporar un sistema de cambio de color en las cerdas, que nos indica de forma visual cuándo es necesario sustituirlos".

En muchos modelos, las cerdas se decoloran a medida que se desgastan, marcando así el momento preciso para el recambio. Además de este cambio cromático, "Las cerdas abiertas y deformadas son otro signo evidente", ya que pierden su capacidad de limpieza eficaz, comprometiendo la higiene bucal.

En cuanto a los factores que afectan a la frecuencia del cambio, Ignacio Bordel señala que "Depende, en mayor medida, del uso que se haga de él, tanto en la cantidad de tiempo que se dedica al cepillado, como en la calidad". Es decir, si una persona se cepilla con mayor frecuencia o lo hace con mucha fuerza, es posible que el cepillo se desgaste antes de los tres meses. “Cepillarse con más fuerza de la debida puede hacer que la sustitución tenga lugar antes de lo previsto”, advierte el experto.

¿Qué ocurre si usamos el cepillo demasiado tiempo?

Mantener un cepillo de dientes más tiempo del recomendado puede tener serias consecuencias para la salud bucal. Ignacio Bordel advierte que “Las bacterias que eliminamos durante el cepillado permanecen, en parte, en las cerdas del cepillo, lo que puede reducir de forma significativa la eficacia del cepillado”.

Esta afirmación está respaldada por estudios publicados en el Journal of Applied Microbiology, que han demostrado que los cepillos de dientes pueden albergar bacterias como Escherichia coli y Streptococcus mutans. Estos microorganismos proliferan especialmente en ambientes húmedos, e incrementan el riesgo de infecciones bucales si no se lleva a cabo un adecuado mantenimiento.

Como subraya Bordel, “El cepillo de dientes es nuestra mejor herramienta para la higiene oral, pero si no se cuida adecuadamente, su efectividad se ve comprometida”. Las bacterias acumuladas en las cerdas, especialmente cuando estas se encuentran desgastadas y deformadas, disminuyen la capacidad de limpieza y pueden convertirse en un foco de contaminación.

Por lo tanto, utilizar un cepillo sucio o desgastado no es la mejor manera de mantener una buena salud bucal; al contrario, puede poner en riesgo la integridad de nuestra boca y reducir la eficacia del cuidado diario.

Mantenimiento del cepillo para prolongar su vida útil

El mantenimiento adecuado del cepillo de dientes es fundamental para asegurar su eficacia y prolongar su vida útil. Ignacio Bordel enfatiza la necesidad de realizar un correcto cuidado después de cada uso: “Es crucial limpiar bien el cepillo y secarlo lo máximo posible”, recalca. La humedad es el enemigo principal, ya que facilita la proliferación de bacterias, lo que disminuye su efectividad y puede convertirlo en un foco de contaminación.

Por eso, el especialista sugiere secar el cepillo adecuadamente y, además, “Sumergirlo en agua hirviendo durante un par de minutos, de vez en cuando, para una limpieza más profunda”, un método simple pero efectivo para reducir la carga bacteriana acumulada.

Mantener el cepillo en buenas condiciones es esencial para que cumpla su objetivo de forma óptima. Un mantenimiento constante, limpiándolo y secándolo bien después de cada uso, no solo asegura una mejor higiene bucal, sino que también evita la proliferación de microorganismos en las cerdas. Bordel insiste en que estos pequeños hábitos de cuidado pueden marcar una gran diferencia en la efectividad de nuestra higiene dental diaria.

Cambio del cepillo de dientes tras enfermedades

La cuestión sobre si es necesario cambiar el cepillo de dientes después de haber sufrido una enfermedad, como un resfriado o gripe, es una preocupación habitual. Ignacio Bordel aclara que "No es estrictamente necesario, aunque puede ser recomendable". En lugar de desechar el cepillo, sugiere realizar “Una buena limpieza sumergiéndolo en agua hirviendo durante 2-3 minutos”. Este procedimiento sencillo permite reducir la carga bacteriana y minimizar el riesgo de reinfección.

En el caso de personas que utilizan ortodoncia o prótesis dentales, es importante seguir las recomendaciones específicas del especialista. El odontólogo explica que existen cepillos especiales para ortodoncia que deben mantener el mismo régimen de cuidado y sustitución que los cepillos convencionales. En cuanto a las prótesis dentales fijas, ya sean sobre dientes o sobre implantes, “Deben limpiarse en la boca de igual manera que los dientes naturales”, enfatiza Bordel.

Si se trata de prótesis removibles, el cuidado es distinto y requiere una limpieza específica, normalmente con un cepillo, agua y jabón neutro. El médico-odontólogo sugiere que “Para limpiar las prótesis removibles puede utilizarse un cepillo especial o incluso un cepillo de uñas dedicado exclusivamente a esta tarea”. Estas prácticas aseguran que tanto los dispositivos de ortodoncia como las prótesis mantengan una higiene adecuada, prolongando su durabilidad y evitando complicaciones bucales.

Recomendaciones para niños, adolescentes, adultos y personas de tercera edad

Respecto a la frecuencia de cambio del cepillo de dientes en distintos grupos de edad, Ignacio Bordel afirma que “No tiene por qué haber diferencias”. Aunque existen cepillos diseñados específicamente para niños, con cabezales más pequeños y cerdas más suaves para adaptarse a la sensibilidad de sus encías y al tamaño de su boca, la función de limpieza sigue siendo la misma que en el caso de los adultos.

Bordel subraya que la sustitución del cepillo debe realizarse bajo las mismas condiciones en todos los grupos etarios: “Cada tres o cuatro meses”. “El cepillo está diseñado para cumplir la función de limpiar los dientes y la lengua, sin importar la edad del usuario", recalca. Así, tanto en niños, adolescentes, como en adultos o personas de tercera edad, el mantenimiento y recambio del cepillo deben seguir los mismos criterios para garantizar una correcta higiene bucal.

Consejos para elegir un buen cepillo de dientes

Para elegir un buen cepillo de dientes que garantice una óptima higiene bucal, Ignacio Bordel ofrece algunas recomendaciones clave. "El cepillo debe estar siempre en el mejor estado posible, limpio y seco", recalca, ya que esto es fundamental para su eficacia. Es crucial seleccionar un cepillo que se ajuste a las necesidades de cada persona, por ejemplo, considerando factores como el tamaño del cabezal para que sea acorde con la edad de la persona. El especialista destaca también que no importa si el cepillo es manual o eléctrico, siempre y cuando sea adecuado para el usuario.

Para mantener una buena salud bucal, Bordel recomienda cepillarse dos o tres veces al día, al menos por la mañana y antes de acostarse. En condiciones óptimas de uso, los cepillos suelen durar entre tres y cuatro meses, y, una vez transcurrido este periodo, deben ser sustituidos para asegurar una higiene efectiva. "La sustitución del cepillo por uno nuevo es obligatoria para mantener una adecuada salud bucal", puntualiza Bordel.

Además, es fundamental complementar estos hábitos con visitas regulares al dentista. "Visitar al profesional al menos una o dos veces al año es esencial", no solo para realizar revisiones, sino también para resolver cualquier duda que pueda surgir respecto a la salud bucal y el cuidado de los dientes.