La revista 'Nature' ha publicado un esperanzador estudio que ha llevado a cabo el Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona y el Instituto Wellcome Sanger de Cambridge (Reino Unido) en el que han identificado "vulnerabilidades" en uno de los genes que muta más frecuentemente en cáncer, en concreto la denominada proteína Kras.
Kras es uno de los genes que más mutaciones sufre en cánceres de muchos tipos y se encuentra en uno de cada diez cánceres humanos, con una mayor prevalencia en tipos severos como los de páncreas o pulmón. Para combatirla, se ha identificado "de manera exhaustiva" sus lugares de control alostérico.
Estos son las señales moleculares que se dan dentro de la proteína que funcionan como un mecanismo de control remoto de llave y cerradura. A través de fármacos, se puede controlar ese mecanismo y convertir esas comunicaciones alostéricas en una diana terapéutica. En cuatro décadas solo dos medicamentos se han aprobado para su uso clínico y actúan al un cambio en la comunicación alostérica que impide que la proteína se active.
La proteína a la que da lugar se ha comparado con la Estrella de la Muerte del universo 'Star Wars' por su forma esférica y su "impenetrabilidad", y se ha considerado inabordable desde su descubrimiento en 1982. El científico del CRG André Faure ha asegurado que este estudio demuestra un nuevo enfoque para cartografiar lugares alostéricos sistemáticamente en proteínas enteras.
Los científicos han elaborado un 'escaneo mutacional profundo', con la que crearon más de 26.000 variaciones de la proteína Kras, cambiando solo uno o dos aminoácidos cada vez. La técnica ha mostrado que Kras tiene mucho más lugares alostéricos de lo que se esperaba, y las mutaciones inhiben interacciones esenciales para la función de la proteína, "sugiriendo que es posible inhibir ampliamente su actividad".
El estudio abre un horizonte para encontrar "nuevas vulnerabilidades" para modular muchas proteínas con relevancia clínica y que históricamente se han considerado inabordables.