El grupo Organoid del Instituto Hubrecht (Países Bajos) ha desarrollado el primer modelo organoide de la conjuntiva humana. Estos organoides imitan la función de la conjuntiva humana real, un tejido involucrado en la producción de lágrimas. Utilizando su nuevo modelo, los investigadores descubrieron un nuevo tipo de célula en este tejido: las células en penacho.
Las células del penacho se vuelven más abundantes en condiciones similares a las de las alergias y, por lo tanto, es probable que desempeñen un papel en las alergias. El modelo organoide ahora se puede utilizar para probar fármacos para varias enfermedades que afectan a la conjuntiva. El estudio se publica en 'Cell Stem Cell'.
Hasta ahora no existía un buen modelo de la conjuntiva humana, lo que limita la investigación sobre su función en la enfermedad y en la salud. En consecuencia, existen opciones de tratamiento limitadas para las enfermedades que afectan a la conjuntiva.
Composición y funcionamiento de la conjuntiva
Para conocer mejor la composición y el funcionamiento de la conjuntiva, el grupo Organoid se propuso desarrollar el primer modelo humano de este tipo de tejido. Utilizaron células de una conjuntiva humana real y las cultivaron hasta convertirlas en estructuras tridimensionales en un plato. Estas estructuras en miniatura se llaman organoides y funcionan como una conjuntiva humana real.
"Una vez que tuvimos estos organoides en funcionamiento, quisimos saber cómo interviene la conjuntiva en la producción de lágrimas", explica Marie Bannier-Hélaouët, investigadora principal del proyecto. "Descubrimos que la conjuntiva produce componentes antimicrobianos y, por lo tanto, contribuye a la producción de lágrimas de más maneras que simplemente produciendo moco".
Los investigadores luego alteraron las condiciones en el plato con las conjuntivas en miniatura para imitar las alergias. "Los organoides comenzaron a producir lágrimas completamente diferentes: había más moco pero también más componentes antimicrobianos", dice Bannier-Hélaouët.
"Podemos utilizar nuestro modelo para probar medicamentos para alergias o enfermedades del ojo seco, por ejemplo"
En estas condiciones, también encontraron un nuevo tipo de células en los organoides: las células en penacho. Bannier-Hélaouët continúa: "Se han descubierto células similares en otros tejidos, pero no en la conjuntiva humana". Las células del penacho se volvieron más abundantes en condiciones similares a las de las alergias, lo que sugiere que desempeñan un papel en la reacción del ojo a las alergias.
El modelo organoide recientemente desarrollado abre la puerta a la investigación de enfermedades que afectan a la conjuntiva. "Podemos utilizar nuestro modelo para probar medicamentos para alergias o enfermedades del ojo seco, por ejemplo", afirma Bannier-Hélaouët.
A largo plazo, incluso podría ser posible fabricar conjuntivas de reemplazo para personas con quemaduras oculares, cánceres oculares o incluso trastornos genéticos. "Ahora estamos realizando estudios preclínicos en conejos para evaluar si este enfoque es factible y útil", concluye Bannier-Hélaouët.