OLA DE CALOR

Los médicos de familia alertan: el calor provoca síntomas que pueden confundirse con malestar cotidiano

M.P.

Madrid |

Los médicos de familia alertan: el calor provoca síntomas que pueden confundirse con malestar cotidiano
Una pareja pasea por las calles de Sevilla en plena ola de calor | Europa Press

La Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) alertó sobre la ola de calor, ya que la exposición prolongada a las altas temperaturas puede desencadenar síntomas peligrosos que, muchas veces, son confundidos con malestares cotidianos.

Síntomas a los que prestar atención

Según advirtió la semFYC, el calor excesivo puede provocar los siguientes síntomas:

  • Dolor de cabeza.
  • Mareos.
  • Cansancio.
  • Deshidratación.

Estos síntomas, aunque comunes, podrían indicar un golpe de calor, especialmente si se estuvo mucho tiempo bajo el sol y no se bebió suficiente agua.

Qué hacer en caso de sufrir un golpe de calor

Si se experimentan estos síntomas, los médicos de familia subrayaron que es crucial buscar un lugar con sombra, refrescarse y beber agua en pequeñas cantidades y de forma frecuente. En casos graves, como pérdida de conciencia, se debe pedir ayuda médica de inmediato.

Recomendaciones para sobrellevar el calor

Para combatir el calor, estos profesionales recomendaron:

  • Beber agua regularmente, incluso sin sentir sed.
  • Evitar el sol en las horas de mayor radiación, entre las 12 y las 18 horas.
  • Usar ropa ligera y de colores claros.
  • Hacer pausas en lugares frescos cuando se realizan trabajos al aire libre.
  • No hacer deporte en horas de máximo calor.
  • Atender a los más vulnerables como niños pequeños, mayores de 65 años y personas con enfermedades crónicas.
  • Consultar al médico de familia sobre los medicamentos.

Del mismo modo, la semFYC exhortó a las empresas a cumplir con las regulaciones que protegen a los trabajadores del calor extremo, proporcionando medidas adecuadas para garantizar su seguridad.

Por todo ello, estos profesionales recalcaron la importancia de prevenir el golpe de calor, una condición potencialmente fatal pero completamente evitable.