El yogurt de fresa es una de las opciones preferidas de los niños para tomar como postre o en la merienda.
Como la mayoría de alimentos procesados, este tipo de productos suelen contener azúcares añadidos que los hacen poco saludables. Por eso, el yogurt natural es siempre una mejor alternativa.
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de consumir estos alimentos son los aditivos y aromatizantes. En este sentido, las palabras de la nutricionista Sandra Moñino, experta en inflamación, están corriendo rápidamente por redes sociales alertando sobre uno de los componentes de este tipo de productos.
El insecto que da el color rojizo a los productos procesados
En el podcast 'con jengibre y limón', la experta ha explicado que el color rosa del yogurt de fresa no procede de la fruta, sino de un "bicho": la cochinilla.
Se trata de un insecto del que extraen el aditivo E120, también conocido como cochinilla, ácido carmínico y carmines, uno de los más utilizados en la industria alimentaria. Productos como yogures aromatizados, mermeladas, chicles, postres, pescados ahumados, mostazas, granos de cereales y charcutería, entre otros, llevan este aditivo.
La Organización de Consumidores y Usuarios OCU explica en su página web que el aditivo E120 es un colorante natural cuyo pigmento proviene de la cochinilla Dactylopius coccus costa, un insecto parásito de varios cactus.
A pesar de ser un colorante natural, Sandra Moñino ha alertado sobre la relación entre la cochinilla y algunas enfermedades. Según la nutricionista, consumir productos que contengan E120 se relaciona con muchos problemas de salud, sobre todo infantiles, como asma o problemas inflamatorios.
¿Es la cochinilla peligrosa?
Ante el revuelo generado por las palabras de la nutricionista, el doctor en Ciencia y Tecnología de Alimentos, Miguel Ángel Lurueña, ha querido aclarar en redes sociales si el alarmismo está justificado.
"Decir que se añade cochinilla a los yogures de fresa es como decir que se añaden remolachas a los yogures azucarados", comienza explicando Lurueña. "Lo que se utiliza es un pigmento que se extrae a partir de la cochinilla. Su consumo es seguro, también en niños (salvo para personas alérgicas a esa sustancia)", ha garantizado.