SALUD

Por qué se me cae tanto el pelo: los dermatólogos alertan de las posibles causas

¿Se te cae mucho el pelo? Tu cuerpo te está mandando una señal. Estrés, dieta deficiente, problemas hormonales y cambios estacionales pueden estar detrás de este alarmante síntoma.

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📌 Cómo prevenir la caída del cabello: claves para combatir la alopecia y mantener un cuero cabelludo saludable

Miriam Méndez

Madrid |

Por qué se me cae tanto el pelo: estas pueden ser las causas, según los dermatólogos
Por qué se me cae tanto el pelo: estas pueden ser las causas, según los dermatólogos | Pixabay

El ciclo de vida de tu cabello está lleno de matices que, a menudo, pasan desapercibidos. Cada pelo que tienes en la cabeza sigue un proceso perfectamente programado: primero crece, algo que puede durar entre dos y seis años; después entra en una fase de reposo, donde su crecimiento se detiene durante unas semanas; y finalmente, llega el momento en que se desprende y cae.

Pero no te alarmes: esto es completamente normal. De hecho, el folículo capilar, tras soltar el cabello, se queda inactivo durante algunos meses antes de producir uno nuevo. A lo largo de nuestra vida, este ciclo se repite entre 10 y 20 veces en cada folículo, y bajo condiciones normales, solemos perder alrededor de 100 y 150 pelos al día sin que eso represente un problema.

Sin embargo, hay momentos en los que este ciclo se desajusta, y es entonces cuando saltan las alarmas. De repente, notamos que el cabello se cae más de lo habitual, y nos surgen preguntas inquietantes: ¿por qué se me cae tanto el pelo? ¿Es algo temporal o un problema más serio? ¿Hay manera de evitar que siga ocurriendo?

Lo cierto es que la caída del cabello no es solo una cuestión estética: es un mensaje que tu cuerpo intenta enviarte.

Estos son los principales motivos de la caída de tu pelo

"La principal causa de caída del cabello es la alopecia androgenética. Esta afecta hasta el 75% de los hombres (empieza a manifestarse entre los 20 y 40 años) y al 30-40% de las mujeres (suele darse a partir de la llegada de la menopausia o cuando existen cambios hormonales). Tiene una base genética, activada por factores hormonales", explica el Dr. Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral (IDEI).

Según el experto, otra de las causas más habituales de caída del cabello es la denominada alopecia areata: una patología autoinmune de carácter inflamatoria, cuyo principal desencadenante es el estrés. "El rasgo diferenciador es que la caída del cabello se produce en forma de calvas redondeadas, que aparecen principalmente en el cuero cabelludo y en la barba en el caso de los hombres, aunque puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo", señala el especialista, y subraya que, si avanza rápidamente sin tratamiento, la caída puede darse en todo cuerpo, momento en el que se denomina alopecia universal. "Puede llegar a afectar entorno al 2% de la población", añade el Dr. Sánchez Viera.

Otra causa de pérdida de cabello es la alopecia cicatricial, que se desarrolla principalmente en mujeres. Se debe, en mayor medida, a afecciones autoinmunes (alopecia frontal fibrosante, lupus). Además, en algunos casos es secundaria a infecciones, quemaduras o traumatismos.

El efluvio telógeno también se considera una de las causas más habituales de la caída del cabello, que se da tanto en hombres como en mujeres, y se produce principalmente con la llegada del otoño, aunque algunas personas también lo sufren con la llegada de la primavera.

"La caída del cabello durante determinadas épocas del año coincide con el proceso natural de renovación capilar, lo que se traduce en una pérdida de densidad", explica Miguel Sánchez Viera. En circunstancias normales, una persona pierde entre 100 y 150 cabellos al día. Sin embargo, cuando esta caída aumenta, puede tratarse de un efluvio telógeno, que puede ser agudo, si dura entre dos y tres meses, o crónico, lo que podría indicar una patología capilar no diagnosticada. En cualquiera de los casos, es fundamental consultar con un especialista en dermatología capilar o tricología para obtener un diagnóstico certero y un tratamiento adecuado.

Además de las causas genéticas o estacionales, los problemas hormonales también juegan un papel crucial en la caída del cabello, según cuenta Montse Fernández, dermatóloga del Hospital Ramón y Cajal y fundadora de 'Madriderma'. Las alteraciones en la tiroides, los ovarios, o el desequilibrio hormonal causado por la menopausia, pueden afectar directamente la salud capilar. "Trastornos como el hipotiroidismo o el hipertiroidismo están íntimamente relacionados con la caída del cabello, y en estos casos, regular el equilibrio hormonal es esencial para frenar la pérdida", explica Fernández.

Las deficiencias nutricionales también son una causa a tener en cuenta. Según la experta, "la falta de nutrientes clave, como el hierro o las vitaminas del grupo B, influye negativamente en la calidad del pelo". Los pacientes con niveles bajos de ferritina, un depósito importante de hierro en el organismo, suelen tener cabello quebradizo y con tendencia a caerse.

En cuanto a las enfermedades autoinmunes, Fernández señala que afecciones más complejas, como el lupus, no solo causan la caída del cabello por la enfermedad misma, sino también por los tratamientos que se emplean para controlarla. "Los fármacos utilizados para tratar estas patologías suelen tener efectos secundarios que impactan directamente en la salud capilar", indica.

Finalmente, ciertos medicamentos también pueden provocar una caída significativa del cabello, algo que muchas veces pasa desapercibido. “En la práctica clínica, es bastante común observar este efecto en pacientes que toman medicación para el colesterol o la hipertensión arterial", comenta la dermatóloga. Aunque esta pérdida de cabello inducida por fármacos no siempre es irreversible, requiere ajustes médicos para detener el proceso.

En cuanto a las diferencias que existen entre la caída del cabello entre hombres y mujeres, Andrea Huerta-Vena, dermatóloga especialista en alopecia en el Hospital Ruber Internacional y en la Clínica dermatológica Internacional (CDI), explica que en los hombres, la caída del cabello suele estar estrechamente vinculada a la alopecia androgenética, que afecta principalmente la zona frontal y la coronilla, siguiendo un patrón más definido. Esta condición es conocida como la alopecia masculina clásica o calvicie común.

Por otro lado, en las mujeres, la caída del cabello presenta características diferentes. "Generalmente, es más difusa y menos localizada, lo que impacta la densidad general del cabello, su grosor y calidad", explica la doctora. "Además, las mujeres tienden a ser más sensibles a los cambios hormonales, como los que ocurren durante el embarazo o la menopausia", añade. No obstante, Huerta-Vena subraya que, aunque también pueden experimentar una alopecia de perfil androgénico similar a la de los hombres, esta es menos frecuente en el caso femenino.

Estrés: el villano silencioso de tu cabello

“El estrés es uno de los principales motivos de la caída temporal del cabello, también conocida como efluvio telogénico”, sentencia Montse Fernández. Según la especialista, “el estrés altera el ciclo normal del cabello, provocando que los folículos capilares entren prematuramente en una fase de reposo”. Este cambio en el ciclo capilar puede resultar en una caída difusa del cabello varios meses después de experimentar un evento estresante.

En un espectro menos común, se encuentra el efluvio anágeno, que puede desencadenarse por episodios de estrés extremadamente agudo. Montse aclara que “este tipo de pérdida capilar es ampliamente reconocida, especialmente en el contexto de tratamientos de quimioterapia. Sin embargo, en raras ocasiones, también puede ser provocado por un estrés psicológico muy intenso”. Este fenómeno se manifiesta como una caída abrupta y simultánea del cabello, lo que puede ser especialmente alarmante para quienes lo sufren.

Por su parte, Miguel Sánchez Viera menciona que, además de la caída temporal, la ansiedad y el estrés pueden agravar la situación al desencadenar brotes de alopecia areata, así como afectar otras condiciones dermatológicas como el acné, la rosácea y la psoriasis. El estrés también puede resultar en un adelgazamiento del cabello y una disminución de la densidad, complicando aún más el problema.

Sin embargo, una vez que se identifica el estrés como la causa principal de la pérdida de cabello, hay posibilidades de controlarlo y recuperar el cabello perdido en muchos casos, según el dermatólogo. Normalmente, el efluvio telógeno agudo se presenta aproximadamente tres meses después de un evento estresante. En contraste, un estilo de vida marcado por un estrés prolongado puede dar lugar a una caída más crónica del cabello. Afortunadamente, Andrea Huerta-Vena subraya que este tipo de pérdida capilar también es reversible.

La nutrición: el combustible del cabello

Montse Fernández señala que “una dieta equilibrada es clave para el crecimiento capilar”. Entre los nutrientes esenciales que debemos considerar, el hierro se presenta como uno de los más importantes. “Su deficiencia puede causar anemia y afectar el crecimiento del cabello”, enfatiza.

Por su parte, Andrea Huerta-Vena señala que “cuanto más sano comamos, mejor será la salud de nuestro cabello”. Las dietas antiinflamatorias, ricas en antioxidantes, son especialmente beneficiosas, ya que “siempre mejorarán el aspecto y la densidad del pelo”. Además, resalta la importancia del ejercicio físico, específicamente los ejercicios de fuerza, para contribuir a un cabello saludable.

Miguel Sánchez Viera complementa esta visión, afirmando que “una alimentación rica en grasas saturadas, alcohol, cafeína y alimentos ultraprocesados puede tener efectos negativos en el cuero cabelludo y aumentar la fragilidad y caída del cabello". Para evitar estos problemas, el especialista recomienda incorporar alimentos como la levadura de cerveza, que es rica en proteínas; el aguacate, gracias a su alto contenido en aceites esenciales; y el aceite de onagra, por su contenido en vitamina E. La espirulina es otra excelente opción, destacada por su elevado porcentaje de vitamina B, así como los cereales y vegetales de color verde.

Además, Montse Fernández menciona que el cabello está compuesto por varios minerales, como el magnesio y el silicio, lo que enfatiza la necesidad de garantizar su ingesta. Algunos alimentos ricos en magnesio incluyen la soja, nueces, lácteos, cereales integrales y frutas como el plátano. Por su parte, el silicio se encuentra en lentejas, setas, mango y piña, entre otros.

Finalmente, el doctor Sánchez Viera señala otros nutrientes que son vitales para la salud capilar: el zinc, que favorece la reparación del tejido capilar; los ácidos grasos omega-3, que ayudan a mantener el cuero cabelludo sano; y las proteínas, que son la base estructural del cabello, especialmente la cistina.

Condiciones médicas relacionadas con la caída del cabello

Entre las condiciones médicas específicas que están relacionadas con la pérdida de cabello, Montse Fernández destaca el hipotiroidismo y el hipertiroidismo, que afectan el ciclo capilar y provocan un cabello débil, frágil y fino, además de influir en las uñas y otras partes del organismo. También menciona el síndrome de ovario poliquístico (SOP), que puede desencadenar alopecia androgenética en mujeres, presentando un patrón de pérdida similar al de los hombres en la parte superior de la cabeza.

Respecto a la menopausia, Montse aclara que “per se” no produce una alteración profunda en el cuero cabelludo, pero puede llevar a una disminución de la densidad capilar y al grosor de los folículos, resultando en un cabello de menor calidad.

Andrea Huerta-Vena, por su parte, subraya que en estados de enfermedad, por ejemplo, tras una infección por COVID-19, o en el caso del hiperandrogenismo, se puede ver afectada la salud capilar.

Finalmente, Miguel Sánchez Viera explica que la caída del pelo es común después del embarazo. Durante esta etapa, los niveles elevados de estrógenos refuerzan el cabello, pero tras el parto, el balance hormonal se restablece y los cabellos que debían caer de manera natural entran todos en fase de caída. Aunque este fenómeno es eventual en la mayoría de los casos, el experto recomienda consultar a un dermatólogo si la caída persiste tras la lactancia, ya que podría haber una alopecia subyacente.

Productos químicos: champús, tintes y tratamientos

Montse Fernández también señala que el uso de productos para el pelo, como champús, tintes o tratamientos químicos, puede provocar caída abundante del cabello. “Algunos tintes y tratamientos de alisado, así como secados o permanentes, pueden dañar el tallo del cabello y causar su rotura, pero no suelen afectar los folículos a largo plazo”, explica. Sin embargo, destaca que “los tratamientos de peluquería bien aplicados, destinados a mejorar la salud de la fibra capilar, son una buena opción para mejorar la calidad del pelo”.

Además, Miguel Sánchez añade que el uso de secadores y planchas con temperaturas muy altas y sin ningún tipo de protección térmica, hará que el cabello se rompa fácilmente, incluso desde cerca de la raíz.

En cuanto a recomendaciones, los expertos sugieren evitar el uso excesivo de productos químicos, las herramientas de calor sin protección y los peinados tirantes, como colas de caballo y trenzas apretadas, ya que estos pueden contribuir al daño capilar y a la caída del cabello.