El Consejo de Ministros dará luz verde este martes a la Ley de Alcohol y Menores con el objetivo de prevenir y reducir el consumo de bebidas alcohólicas en este grupo poblacional, sobre todo en edades más tempranas. Así, está previsto que la ministra de Sanidad, Mónica García, comparezca en la rueda de prensa posterior a la reunión para dar cuenta de los detalles de la normativa.
Con este anteproyecto de ley, el Ministerio busca "avanzar" en materia de protección de la salud de los menores de edad y contribuir a un "cambio cultural" que modifique la percepción de riesgo de las bebidas alcohólicas con el fin de reducir su consumo entre los menores de edad.
Para ello, según explicó la propia ministra en el Congreso de los Diputados en el pasado mes de abril durante una Comisión Mixta de Adicciones, se centrarán en cinco ejes. En primer lugar, plasmar en el ordenamiento jurídico los compromisos asumidos por España en la protección integral de la infancia y la juventud, además de armonizar la normativa vigente a nivel estatal en relación con el consumo de bebidas alcohólicas por menores y su venta, así como su comunicación comercial, publicitaria y de otro tipo.
En segundo lugar, se persigue mejorar la normativa vigente, que se ha mostrado "insuficiente" para abordar esta problemática, "incorporando la mirada de salud pública y de determinantes de la salud, con el fin de desarrollar una serie de políticas que permitan prevenir de forma eficaz el consumo de bebidas alcohólicas por las personas menores", proclamó García.
En tercer lugar, el objetivo es implementar una serie de medidas de lo que se conoce como "prevención ambiental", para proteger a las personas menores del consumo de bebidas alcohólicas.
En cuarto lugar, se busca incorporar herramientas que permitan abordar la prevención del consumo de alcohol desde el ámbito educativo y familiar, así como definir el papel de los sectores sanitarios y de servicios sociales, y las contribuciones de otros sectores.
El quinto objetivo pasa por promocionar los entornos saludables y favorecer las alternativas sociales y de ocio libres de bebidas alcohólicas, así como implicar a toda la sociedad en la prevención del consumo de bebidas alcohólicas por parte de los menores.
En 2018 se inició la consulta pública con carácter previo a la elaboración del Anteproyecto de Ley de prevención del consumo de alcohol y de sus efectos en las personas menores de edad y se prepararon borradores que ha tenido en cuenta Sanidad. El proceso continuó en abril de 2022 con una nueva consulta previa por el tiempo transcurrido, al objeto de recabar la opinión de los sujetos, las organizaciones y las asociaciones potencialmente afectados por la futura norma.
"El alcohol hace daño, y mucho más a las personas menores de edad", insistió García, recordando que es "la sustancia psicoactiva más consumida". También entre las personas menores de edad. A estas, señaló, les puede afectar "mucho más negativamente".
Pese a que no se puede vender alcohol a estas personas por normativa autonómica, según los datos de la encuesta 'ESTUDES' del año 2023, el 75% de las personas entre 14 y 18 años habían consumido alcohol en los últimos doce meses y algo más de la mitad de personas entre 14 y 18 años lo habían consumido en los últimos treinta días. En relación a los consumos intensivos, dice haberse emborrachado en el último año el 42,1% de los estudiantes de entre 14 y 18 años.
La experiencia de intoxicaciones (borracheras) el último año aumenta a medida que lo hace la edad, pasando del 20% en los alumnos de 14 años hasta el 60% a los 18 años, y actualmente son más frecuentes entre las chicas.
El consumo en atracón de alcohol ('binge drinking') lo ha realizado el 28% de los alumnos de 14 a 18 años en el último mes. Esta forma de consumo es similar en chicos y en chicas (29% y 28% respectivamente).
El consumo en botellón lo ha realizado el 47% de los estudiantes de entre 14 y 18 años en los últimos 12 meses. Este tipo de acción de consumo de alcohol es más frecuente en las chicas.
Respecto a los estudiantes de 12 y 13 años, se observa que un 30% habían consumido alcohol en el último año y un 21% en el último mes, mientras que un 2% refieren haberse emborrachado, sin apreciarse diferencias por sexo a esta edad.
"Estos datos exigen una intervención. Queremos abordar con rigor la protección de las personas menores de edad frente al alcohol. Nos sentimos muy obligados a ello, y pensamos que es algo que nos concierne a todos, y que podemos conseguir de manera transversal y consensuada", apostilló García durante su intervención.