Más de 3.300 euros y todo debido al roaming. Las águilas en cuestión forman parte de un proyecto de investigación de un grupo de biólogos siberianos, un proyecto de recuperación de la vida silvestre. Para registrar su ubicación y seguir sus rutas migratorias, cada ave lleva un transmisor equipado con una tarjeta SIM que envía sus coordenadas, varias veces al día, a través de SMS.
Las 13 águilas pasaron el verano en Kazajistán, donde las tarifas son económicas, pero al irse el calor, volaron hacia el sur, hacia Pakistán e India e incluso África, entrando en zonas sin cobertura. Al retomar la conexión, los biólogos se toparon con una avalancha de SMS de ubicación a un precio desorbitado, hasta superar esos 3.300 euros de factura que han puesto en serio riesgo el proyecto de investigación. La más gastona ha sido una hembra, llamada Min, que durante unas semanas estuvo explorando territorio iraní.
Ante la falta de recursos, los investigadores han pedido ayuda lanzando una campaña denominada "recarga el móvil del águila", que ya ha logrado reunir más de 1.000 euros. También la compañía telefónica ha colaborado perdonando parte de la factura.
Las águilas esteparias fueron declaradas en peligro de extinción en 2015. Sus principales amenazas son los cables eléctricos pero también el veneno usado por los agricultores contra los depredadores. En todo el mundo se calcula que hay entre 50 y 75.000 águilas esteparias. Aunque no todas son tan derrochadoras como las siberianas.