Según el vigésimo tercer Observatorio de la Dependencia, el año pasado la media de espera para lograr la ayuda en España fue de 344 días -77 días menos que en 2021- aunque una cifra que sigue siendo altísima para José Manuel Ramírez, presidente de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales.
Le preocupa además que el 40% de quienes están en el limbo de la Dependencia vivan en Cataluña y avisa de que -si seguimos a este ritmo e incluso sin nuevas solicitudes- harían falta al menos 11 años para alcanzar la plena atención en nuestro país. Ramírez lo achaca a una dejadez del gobierno catalán en esta materia que viene de atrás, un gobierno “insumiso” que tiene otras prioridades y “sin alma”.
Más de 350.000 personas en el limbo de la Dependencia
En 2022, el 20% de quienes engrosaban las listas de espera de la Dependencia fallecieron. En total 45.360 dependientes y mayores que no pudieron cobrar la ayuda ni ser atendidos, pese a que les correspondía. Más de 19.600 de ellos estaban pendientes de resolución de grado y a casi 25.700 ni si quiera les dio tiempo a ejercer sus derechos.
José Manuel Ramírez ha advertido también de que hay al menos diez comunidades (Aragón Canarias, Castilla y León, Castilla La Mancha, Extremadura, Galicia, Murcia, Navarra, País Vasco y La Rioja) que han hecho caja con el dinero recibido del Gobierno para el Sistema de la Dependencia. Han invertido menos que lo que han percibido y ha calificado su actitud de "inmisericorde". A su juicio el Gobierno ha aumentado el presupuesto del plan de choque asistencial, pero la gestión ineficaz de las autonomías y la burocracia lastran el proceso.