A medida que los termómetros continúan marcando temperaturas récord y las noticias sobre el clima se vuelven cada vez más alarmantes, el término "refugio climático" gana relevancia. Según un informe del Banco Mundial, publicado en 2023, se estima que para 2050, 216 millones de personas podrían verse obligadas a desplazarse dentro de sus países, debido a los efectos del cambio climático. Este fenómeno no es una amenaza lejana, sino una realidad que ya está transformando los patrones de migración interna.
En este contexto, el turismo se convierte en el mejor aliado para huir de las temperaturas extremas. Especialmente cuando las olas de calor se vuelven habituales, el turismo rural y la escapada a los pueblos de España, se perfilan como opciones altamente atractivas.
En verano, época que muchos españoles eligen para irse de vacaciones, los viajeros buscan destinos menos cálidos para disfrutar de su tiempo libre. Por este motivo, te mostramos los 22 pueblos más frescos de España, donde las temperaturas no suelen superar los 25°C, para escapar del calor extremo.
Cangas de Onís (Asturias)
Ubicado en la entrada de los Picos de Europa, Cangas de Onís es un refugio perfecto del calor veraniego, con temperaturas medias que oscilan entre los 20 y 25°C. Su famoso Puente Romano sobre el río Sella y la proximidad a los lagos de Covadonga hacen de este pueblo un destino turístico excepcional.
Además de su agradable clima, Cangas de Onís ofrece actividades al aire libre como senderismo, rutas en bicicleta y deportes acuáticos, todo ello en un entorno de paisajes espectaculares y exuberante naturaleza.
Roncesvalles (Navarra)
Con temperaturas estivales que oscilan entre los 18 y 22°C, Roncesvalles, situado en el Pirineo navarro, ofrece un refugio fresco en pleno verano. Conocido como uno de los puntos de partida del Camino de Santiago, este histórico enclave destaca por la Colegiata de Roncesvalles y sus paisajes verdes y montañosos, que brindan un entorno perfecto para disfrutar de la tranquilidad y la naturaleza. Los visitantes pueden realizar rutas de senderismo y deleitarse con la rica gastronomía local.
Albarracín (Teruel)
Este encantador pueblo medieval, considerado uno de los más bonitos de España, se encuentra en la sierra de Albarracín, donde las temperaturas veraniegas son moderadas, situándose entre los 20 y 25°C. Albarracín destaca por su arquitectura histórica, con casas de color rojizo, calles empedradas y murallas antiguas.
Estas condiciones permiten explorar sus monumentos y disfrutar de su entorno natural sin sufrir el calor extremo. Las actividades incluyen visitas a museos, rutas por la naturaleza y la exploración de su patrimonio cultural.
Ezcaray (La Rioja)
Situado en la Sierra de la Demanda, Ezcaray ofrece un clima fresco en verano, con temperaturas que fluctúan entre los 20 y 24°C, lo que lo convierte en un refugio ideal durante los meses de calor.
Este pueblo riojano es conocido por sus textiles y gastronomía, e invita a sus visitantes a disfrutar de actividades como el senderismo, el ciclismo y la visita a bodegas de vino. Su plaza mayor y sus calles históricas son perfectas para pasear y relajarse.
Valle de Boí (Lleida)
Enclavado en el corazón de los Pirineos, el Valle de Boí es famoso por sus iglesias románicas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Aquí, las temperaturas veraniegas suelen estar entre los 16 y 20°C, proporcionando un clima refrescante.
Este valle es ideal para explorar sus encantadores pueblos y disfrutar de actividades al aire libre, como el senderismo y la escalada. Los paisajes montañosos y las aguas termales de Caldes de Boí son solo algunos de los atractivos que hacen de este valle un destino imperdible.
Potes (Cantabria)
Situado en el Valle de Liébana, Potes es una joya en Cantabria que ofrece temperaturas templadas en verano, generalmente entre los 20 y 24°C. Este pintoresco pueblo es la puerta de entrada a los Picos de Europa y es famoso por su arquitectura tradicional y su rica oferta gastronómica. Los visitantes pueden explorar el Monasterio de Santo Toribio de Liébana, realizar rutas de senderismo o, simplemente, disfrutar de la tranquilidad y la belleza natural de la zona.
Pradollano (Granada)
Aunque Pradollano es más conocido como un destino de esquí en invierno, en verano se convierte en un lugar fresco para escapar del calor, con temperaturas que oscilan entre los 15 y 20°C. Situado en la Sierra Nevada, este pueblo ofrece un clima agradable y una amplia variedad de actividades al aire libre, como senderismo, ciclismo de montaña y observación de fauna. La proximidad al pico Mulhacén, el más alto de la península ibérica, añade un atractivo adicional para los amantes de la montaña.
Ordesa y Monte Perdido (Huesca)
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido alberga varios pueblos pequeños que ofrecen un clima fresco en verano, con temperaturas que suelen estar entre los 16 y 22°C. Estos pueblos, entre los que se encuentra Torla, actúan como puertas de entrada a este impresionante parque natural.
Con paisajes de alta montaña, cascadas y rutas de senderismo que recorren valles y bosques, este destino es ideal para los que buscan escapar del calor y sumergirse en la naturaleza. Además, el parque es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, lo que subraya su valor y belleza.
Ribadesella (Asturias)
Este encantador pueblo costero es conocido por sus playas hermosas y su clima fresco, con temperaturas de verano que rondan los 20 a 24°C.Ribadesella es ideal para disfrutar de la costa sin el calor agobiante. Además, ofrece actividades como el descenso del Sella en canoa, paseos por el paseo marítimo, y la exploración de cuevas prehistóricas, como la Cueva de Tito Bustillo. La combinación de mar y montaña proporciona un entorno único y atractivo.
Valldemossa (Mallorca)
Situado en la Sierra de Tramontana, Valldemossa es una excepción en la calurosa Mallorca. Este pintoresco pueblo ofrece un ambiente fresco en verano, con temperaturas que oscilan entre los 20 y 25°C, y un entorno idílico, famoso por su belleza natural y su herencia cultural.
La Real Cartuja de Valldemossa, donde vivieron personajes célebres como Chopin y George Sand, es uno de los principales atractivos. Pasear por sus calles adoquinadas y disfrutar de la gastronomía local son experiencias que hacen de Valldemossa un refugio perfecto del calor.
Alp (Girona)
Con una temperatura media de 26 grados en verano, Alp, en Girona, destaca por su paraje lleno de actividades. Rodeado de impresionantes paisajes, Alp es ideal para los amantes del aire libre y ofrece una amplia variedad de actividades recreativas. Su clima templado proporciona un respiro del calor sofocante, permitiendo así disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor.
Bellver de Cerdanya (Lleida)
En Bellver de Cerdanya, la temperatura media en julio, el mes más caluroso del año, ronda los 19°C. Situado en la comarca de la Cerdanya, este pueblo ofrece un entorno montañoso con un clima fresco, ideal para quienes buscan escapar del calor. Sus paisajes naturales y rutas de senderismo son perfectos para disfrutar de la tranquilidad y la belleza de la región.
Cangas del Narcea (Asturias)
En Cangas del Narcea, las temperaturas medias no superan los 25°C de máxima y los 13°C de mínima. Conocido por su paisaje montañoso y el Puerto de Leitariegos, uno de los puntos más fríos de la localidad, Cangas del Narcea es un destino perfecto para disfrutar de un verano fresco. Este pueblo asturiano combina la belleza natural con una rica oferta cultural y gastronómica.
Cercedilla (Madrid)
Cercedilla, situada en la Sierra de Guadarrama, ofrece un clima agradable en verano, con temperaturas que oscilan entre los 11°C de mínima y los 20°C de máxima. Este encantador pueblo madrileño es ideal para quienes buscan un respiro del calor de la capital. Además, ofrece numerosas rutas de senderismo y actividades al aire libre en un entorno natural privilegiado.
Isaba (Navarra)
Isaba, situado en el valle del Roncal, tiene una temperatura media de 17,5°C en verano. Este encantador pueblo navarro ofrece un refugio fresco y tranquilo, rodeado de impresionantes montañas y paisajes verdes. Isaba es ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza, situándose en el mapa como un entorno perfecto para actividades al aire libre.
Islas Cíes (Galicia)
Las Islas Cíes, situadas en Galicia, presentan una temperatura media anual de alrededor de 14°C, con veranos frescos y agradables. Este paraíso natural, parte del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas, ofrece playas vírgenes, aguas cristalinas y rutas de senderismo, convirtiéndolo en un destino perfecto para escapar del calor veraniego.
Molina de Aragón (Guadalajara)
Molina de Aragón, en Guadalajara, ofrece temperaturas veraniegas que oscilan entre los 12°C y los 14°C. Este histórico pueblo, conocido por su impresionante castillo y su casco antiguo bien conservado, proporciona un clima fresco ideal para explorar su rico patrimonio cultural y disfrutar de su entorno natural.
Puebla de Lillo (León)
En Puebla de Lillo, las temperaturas no suelen superar los 17 grados de media en los meses de verano. Situado en la montaña leonesa, este pintoresco pueblo ofrece un clima fresco y agradable, perfecto para disfrutar de actividades al aire libre y explorar su entorno natural, incluido el Parque Regional de los Picos de Europa.
Sallent de Gállego (Huesca)
Ubicado a 1.350 metros sobre el nivel del mar, Sallent de Gállego, en Huesca, tiene una temperatura media de 14°C durante los meses de verano. Este pintoresco pueblo pirenaico ofrece un clima refrescante y un entorno ideal para practicar senderismo, ciclismo de montaña y otras actividades al aire libre. Sus impresionantes paisajes montañosos lo convierten en un destino perfecto para los amantes de la naturaleza.
Zumaia (País Vasco)
En Zumaia, el mes de junio presenta una temperatura máxima de 21°C. Este encantador pueblo costero en el País Vasco es famoso por sus espectaculares acantilados y formaciones geológicas únicas. Zumaia ofrece un clima templado en verano, ideal para disfrutar de sus playas, paseos marítimos y la rica gastronomía local.
Griegos (Teruel)
Ubicado en la Sierra de Albarracín, Griegos es el segundo municipio más alto de España, situado a 1.604 metros sobre el nivel del mar. Este pueblo es el más frío de España en verano, ya que presenta temperaturas frescas que lo convierten en un refugio ideal para escapar del calor. Su altitud garantiza un ambiente agradable, perfecto para disfrutar de su belleza natural y tranquilidad.
