Más de una veintena de mujeres han asegurado al diario 'El País', que han sufrido acoso sexual por parte del director de cine y dos veces candidato al Goya, Eduard Cortés. Por su parte, el cineasta reconoce que contactó con ellas a través de redes sociales pero asegura que "nunca fueron propuestas de trabajo explícitas".
Las 27 mujeres entrevistadas por el diario acusan al director de 'Merlí' o 'Ni una más' de haberse beneficiado de su posición en el sector para ofrecerles trabajo en alguna de sus producciones con la condición de que se grabaran desnudas, masturbándose o realizando otro tipo de prácticas sexuales.
El pasado 26 de octubre, la fotógrafa Silvia Grav, compartió en Instagram unos antiguos mensajes con el director, en los que le acusaba de acoso a través de internet y a partir de ese momento, decenas de mujeres se sumaron a este testimonio desde sus cuentas en redes sociales. La mayoría de mujeres tenía entre 20 y 30 años en el momento de los hechos, pero dos de ellas eran menores de edad.
Silvia Grav compartió en Instagram un mensaje acompañado de la imagen de Eduard Cortés: "Este señor me contactó cuando yo tenía 19 años y él, 55, prometiendo ayudarme profesionalmente".
Las conversaciones a las que ha tenido acceso 'El País' datan de mediados de 2007 hasta octubre de este año. Según los relatos de las afectadas, el director contactó con ellas por diferentes redes sociales durante más de una década, explicaba que estaba preparando algún proyecto para el que buscaba actrices.
El trabajo como cebo
El director alababa el trabajo de las mujeres en sus conversaciones y les hablaba de proyectos en los que estaba buscando actrices. Según los testimonios que recoge el diario 'El País', el director les planteaba que debían prestarse a realizar determinadas prácticas sexuales por "exigencias del proyecto".
Una de las afectadas, ha relatado a 'El País', que en el momento que sucedieron los hechos tenía 16 años y hasta hace poco tiempo se sentía responsable de lo que le sucedió por no haberlo cortado a tiempo, ya que accedió a tener conversaciones más íntimas con él. "Su manera de intentar manipularme fue decirme que las fotos que yo subía a Fotolog eran muy buenas, después pasaba a hacerme comentarios sexuales", explica la mujer.
Otra de las mujeres cuenta que accedió a ser grabada en persona por él y que cuando la rodó desnuda sintió que él estaba conteniéndose, que podía ocurrir cualquier cosa. Esta actriz mexicana residente en España ha asegurado a 'El País' que meses después le pregunté qué iba a hacer con las imágenes, y que le escribió que estaba con mucho trabajo, que necesitaba tiempo.
Al menos siete mujeres aseguran que le mandaron fotografías y vídeos desnudas, a lo que el director responde al diario que "todo lo relacionado con fotos, vídeos y videoconferencias, en ningún momento formó parte del proyecto. Fueron dinámicas que se establecieron entre dos personas adultas y con mutuo consentimiento. El resto pertenece al ámbito íntimo y personal".