La pandemia dio mucho protagonismo a las pantallas en los hogares españoles. Al teletrabajo y las clases virtuales se le unieron las sesiones de series y películas y las videollamadas a familia y los amigos entre otras muchas cosas.
Ahora ya no estamos confinados y muchas actividades recuperaron la normalidad, pero el uso de las pantallas no ha vuelto a los niveles prepandemia.
En concreto, el 68% de los adolescentes utilizan el móvil más que antes de la pandemia, cuatro puntos por encima de los propios padres (64%). Además, el 51% de padres y el 54% de los hijos reconoce usar el ordenador más que con anterioridad a la crisis sanitaria. Datos según la investigación realizada por empantallados.com y GAD3, con el apoyo de 'Por un uso Love de la Tecnología' y la Comisión Europea, ha sido realizada a finales de 2021, con una encuesta a padres con hijos adolescentes, así como a adolescentes entre 14 y 17 años, y un focus groups con adolescentes y padres.
La mitad de los padres reconoce que las normas digitales se han flexibilizado
Tras la pandemia del coronavirus la mitad de los padres reconoce que las normas digitales se han flexibilizado, algo que percibe uno de cada tres adolescentes.
"El aumento de confianza de los padres en sus hijos, cuando estos van creciendo; y la inercia de la pandemia, lo explican", subrayan los autores.
Salud emocional y el bienestar digital
Respecto a la salud emocional y el bienestar digital, el informe destaca que el 65% de los padres piensan que las pantallas y las redes sociales son una amenaza para la autoestima de los adolescentes, y el 43% de los menores creen que las pantallas producen en ellos una montaña rusa de emociones.
Redes sociales y series
Más del 20% de los adolescentes reconoce que les han insultado por WhatsApp o redes sociales. En el último mes, el 20% reconoce haber visto pornografía, el 7% jugado en una web de apuestas y el 5% ha enviado a otra persona imágenes desnudo.
Tres de cada cuatro padres considera que ver series y películas con los hijos facilita generar temas de conversación importantes con los hijos, un dato que contrasta con que la mayoría de los adolescentes ven las series habitualmente solos, y que los padres las ven habitualmente en compañía de su pareja.
