El turista español identificado como Tomás Gil estaba charlando con una mujer en Bournemouth, Inglaterra, cuando otro hombre, Daniel Way, arrancó de la pared una tabla de madera y golpeó al español con ella en la cabeza hasta que la víctima se cayó al suelo. Mientras golpeaba a a su víctima, el británico gritaba que hablaran inglés y no español: "¡Fucking Spanish! ¡Speak English!", o lo que es lo mismo: "¡Malditos españoles! ¡Hablen inglés!". Los testigos de la agresión y la chica que acompañaba al español lo auxiliaron de inmediato e intentaron parar al agresor. La defensa del agresor declaró que se encontraba en una mala situación personal tras haber sufrido una ruptura sentimental y haberse refugiado en el alcohol. El juez lo sentenció a 12 meses en prisión, pagarle a la víctima 800 libras y realizar 150 horas de trabajo social, aunque Way finalmente ha evitado la cárcel.