Tratando su propio estrabismo con mucho humor, Pinto ha señalado que un bizco solo tuerce un ojo cuando trata de enfocar, algo que no parecía estar tan claro, por lo que se ve. Pinto afirma que "la leyenda y el chiste dicen que si un bizco mira a su izquierda, verá a su derecha". Pero, pese a la creencia popular, esto no es así y aclara que el ojo que se tuerce, en realidad no ve y esto sucede porque el cerebro humano no es capaz de procesar dos imágenes diferentes al mismo tiempo, a diferencia de los camaleones, que sí son capaces de hacerlo.
Esta falta de visión por un ojo implica que pierden la percepción de profundidad, lo que les impide, por ejemplo, ver películas en 3D. Pero, ¿cómo sabemos cuál es el ojo torcido? pues muy sencillo, el que no se dirige a ti.