La cachorra de mastín había sufrido un golpe de calor por estar expuesta a una temperatura de cuarenta grados. Además, presentaba claros signos de desnutrición, pues estaba sin agua ni comida.
Los dueños revelan que, además, el cuerpo de la perrita presentaba múltiples heridas de balines y que la cuerda con la que estaba atada al quitamiedos estaba hecha con bolsas de plástico, que le provocaban mucho dolor alrededor del cuello.
La persona que la rescató de aquel sufrimiento grabó un vídeo y lo difundió en internet, con el fin de denunciar lo ocurrido y concienciar a la sociedad de la crueldad de algunas personas con los animales.
Al ver al animal el joven paró su vehículo en el arcén para alcanzarla y rescatarla. La llevó a una casa de acogida, donde consiguieron devolverle un buen estado de salud y que ha encontrado a una nueva dueña en la zona, que promete cuidarla como nadie.