El abogado de Elisa Mouliáa, Alfredo Arrién, ha defendido la actuación del juez Adolfo Carretero en el interrogatorio a su clienta, asegurando que prefiere jueces “así de duros”, ya que garantizan la presunción de inocencia de los acusados. En Espejo Público, Arrieta ha reconocido que el juez es “amo y señor de su juzgado” y que tiene la potestad de dirigir los interrogatorios con total imparcialidad.
Durante la conversación, el abogado explica que el juez Carretero suele ser especialmente estricto en la instrucción de los casos, con el objetivo de garantizar que la declaración de la denunciante supere el “filtro del error de prohibición”. Según Arrieta, la rigurosidad del juez es positiva, ya que permite evaluar la solidez de la denuncia y asegurar que la presunción de inocencia del acusado, en este caso Íñigo Errejón, se respete en todo momento.
Ante las críticas de la periodista Anabela Triviño, que opinaba que el juez actuaba como defensor de Errejón, Arrieta ha defendido la imparcialidad del magistrado. “Los jueces buscan la verdad, no favorecen a ninguna de las partes. Es cierto que Carretero tiene una estrategia diferente con cada interviniente; es más duro con Elisa para verificar la consistencia de su denuncia y más amable con Errejón para generar un ambiente distendido que permita obtener respuestas más naturales”, aclara.
El abogado reiteró que este enfoque dual es común en el sistema judicial, ya que el acusado tiene derecho a no declarar o a no responder a ciertas preguntas, por lo que los jueces deben recurrir a técnicas de interrogatorio que faciliten la obtención de información relevante.
"He visto esta estrategia en muchos jueces, pero con Adolfo Carretero es especialmente duro. Si ha pasado este interrogatorio, Elisa, es porque es verdad". El abogado defiende que Muliaaá "ha contado la realidad de los hechos" porque si el juez "considera que esa declaración no es suficiente, hubiera archivado". "Nos da cinco días para aportar las pruebas, elementos objetivos de cada una de sus posturas".