El letrado defiende que los jueces navarros han sufrido "presiones" tras las movilizaciones en la calle, razón por la que la condena ha sido condicionada. Asegura que las relaciones fueron consentidas: "allí, menos dolor, hubo de todo".
"Una policía foral, la primera que tomó declaración a la chica, dijo que ella sí sabía que le habían grabado", asegura Martínez.
El abogado, que afirma que acata las decisiones judiciales, asegura que "no está de acuerdo con la sentencia, pero no he salido a la calle manifestándome ni he pegado patadas al tribunal". "Claro que hay presión social, decir lo contrario es hacer demagogia y mentir".