La apertura de fronteras en Macedonia han facilitado el tránsito de los refugiados, aunque su llegada es tan masiva que cientos de ellos se agolpan aún en los pasos fronterizos del sur, los que conectan con Grecia, a la espera de medios con los que atravesar el país y alcanzar la frontera norte para seguir camino hasta Alemania.
"Hay dos tipos de tren, pero no he podido entrar en ninguno porque hay demasiada gente. He perdido la esperanza de poder entrar en dos o tres días, y voy a tener que esperar otro día, pero sé que la respuesta también será negativa", ha declarado uno de los refugiados.
ACNUR ha pedido a los países implicados, así como a la Unión Europea en su conjunto, que refuerce la presencia y capacidad de las autoridades en la zona fronteriza para asegurar un flujo más ordenado. Alemania, destino final de los refugiados, se prepara para atender una previsión de un millón de peticiones de asilo hasta diciembre.