Los radares son dispositivos que controlan la velocidad en multitud de puntos de nuestras carreteras. Desde que llegaron a España en los años 70, estos han evolucionado de forma considerable hasta la actualidad. Cuentan con el conocido margen de tolerancia, un margen de error de algunos kilómetros a la hora de medir la velocidad a la que circula un vehículo. Sin embargo, esta cantidad que ha cambiado de forma notable este mes de junio.
Cambio en los radares de velocidad
Hasta ahora, los radares ubicados en las carreteras españolas seguían la norma del 5 y del 7, lo que significa que en las carreteras cuyo límite es de 100 kilómetros por hora o inferior, el margen para multar se ubica 5 kilómetros por encima del límite en los radares fijos, mientras que para los móviles el margen sube hasta los 7 kilómetros.
En aquellas carreteras cuya velocidad máxima es superior a los 100 kilómetros por hora, se aplica de forma similar, pero con porcentajes. Es decir, el radar fijo salta si vas un 5% del límite permitido y en los móviles cuando superas al 7%.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha decidido modificar estos márgenes, con el objetivo de aumentar la seguridad al volante y reducir el riesgo de mortalidad, buscando que los conductores cumplan, con más rigor, con los límites de velocidad establecidos.
Ahora, la regla que se aplicará será la del 3 y la del 5. Es decir, en carreteras limitadas a 100 kilómetros por hora o menos, el margen será de 3 kilómetros para los radares fijos y de 5 para los móviles. Por su parte, en las vías con un límite de velocidad superior, se aplica de forma similar pero con los porcentajes. Es decir, el radar fijo te multará si superas la velocidad permitida en un 3%, mientras que el móvil hará lo mismo cuando vayas más del 5% por encima.
Tipos de radares
A día de hoy, existen distintos tipos de radares, desde los fijos, cada vez más modernos y capaces de multar a varios carriles a la vez; los de tramo, que calculan la velocidad mantenida desde punto a otro de medición; además de los móviles, los ubicados en los semáforos o en los helicópteros, con el archiconocido Pegasus, el precursor mundial de los voladores.
Lo mejor para evitar una multa o tener un accidente al volante es no sobrepasar el límite de velocidad permitido en la vía por la que estemos circulando, fiándonos del velocímetro de nuestro coche o, en su defecto, de la velocidad que nos indique nuestro GPS.