Las probabilidades de que haya un tsunami en los próximos treinta años en el mar Mediterráneo, con olas de más de un metro de altura y setecientos de fondo y consecuencias que pueden llegar a ser "catastróficas", son "muy altas", de acuerdo con las estadísticas recogidas por la Unesco.
Durante una conferencia de prensa sobre el sistema mundial de alerta contra maremotos "Tsunami Ready", el Secretario de la Comisión Oceanográfica (COI) de Unesco, Vladimir Ryabinin, aclaró que "no hay un 100 % de probabilidades de que suceda, pero estas son muy altas y tenemos que estar preparados para ello".
40 zonas costeras está preparadas para sufrir un tsunami
El tema será protagonista en la cumbre de los océanos de la Organización de las Naciones Unidas el próximo 27 de junio en Lisboa. Actualmente, 40 zonas costeras pertenecientes a 21 países cuentan con el reconocimiento de la Unesco de estar preparadas para sufrir un tsunami.
Desde "Tsunami Ready" buscan que las regiones costeras de todo el mundo estén preparadas ante los tsunamis, ya que, los expertos alertan que existe subestimación del riesgo por parte de las autoridades y eso produce que estas poblaciones no estén muy sensibilizadas.
La Unesco quiere llevar esta iniciativa de formación, financiada por la Unión Europea, a todas estas regiones costeras y que comiencen a protegerse ante el riego de tsunami. El proyecto "Tsunami Ready" se inició en 2020 en la pequeña isla griega de Kos tras el pequeño tsunami sufrido en 2017.
Objetivo: proteger 100% las zonas costeras
"El objetivo es tener al 100 % de las zonas costeras preparadas para vivir un tsunami. Muchas de ellas son zonas vulnerables y deben estar preparadas cuando se enfrenten esta amenaza", explicó el especialista del programa sobre tsunamis de la COI-UNESCO, Bernardo Aliaga.
Los criterios que tienen en cuenta para preparar los programas de formación de las poblaciones para asumir un tsunami son el nivel socio-económico de las comunidades, la composición del terreno o la vegetación.
Aliaga incidió en la vital importancia de que haya una buena coordinación entre las comunidades de investigación y las instituciones y cuerpos de seguridad y emergencias para dar una respuesta eficaz ante un tsunami. El 70 % de estos fenómenos se producen por movimientos sísmicos, % se deb el 20en a la actividad volcánica y el 10 % restante se deben a fenómenos meteorológicos.