La plataforma ha sido multada con 600.000 euros por el Ayuntamiento de Barcelona

Airbnb retira el piso de la Barceloneta que se alquilaba sin permiso

La empresa de alquiler de pisos turísticos Airbnb ha retirado de su plataforma el apartamento del barrio barcelonés de la Barceloneta, que un inquilino ofertaba como piso turístico sin el conocimiento de la propietaria de la vivienda, Montse Pérez, según ha comunicado a Efe la plataforma.

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Madrid |

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Montse Pérez ha tenido que alquilar a través de Airbnb su propio apartamento y cambiar la cerradura una vez dentro para recuperar la vivienda, que estaba anunciada en la plataforma de pisos turísticos sin su conocimiento.

En Julia en la Onda ha declarado que ha tenido que "hacer de okupa" en su propio piso. Explica que se enteró del uso que su inquilino hacía del inmueble gracias a un vecino: "nos dijo que veía constantemente entrar a gente con maletas", señala. Nos ha contado que por lo que han podido saber "parece que hay más personas alquiladas por el mismo inquilino. Es una banda, son rusos y no estoy tranquila con el tema" concluye.

Antes de retirar el anuncio, Airbnb ha responsabilizado al "anfitrión" -quien estaba alquilando el piso- de haberlo ofertado, y ha pedido "a todos los anfitriones que certifiquen que tienen permiso para anunciar su alojamiento" y "comprueben y sigan las leyes locales".

La plataforma, que ha sido multada con 600.000 euros por el Ayuntamiento de Barcelona por anunciar pisos que no tienen licencia de turísticos, recuerda que "estas cláusulas están muy claras en nuestros términos de servicio y en nuestra página sobre ser anfitriones responsables".

La hija de Montse Pérez, Thais Franco, ha detallado a Efe que la familia alquiló en mayo su apartamento de la Barceloneta a un joven de 26 años, con un contrato que especificaba que el inquilino no podía realquilarlo ni hacer un uso turístico.

Una vez firmado el contrato, la familia no pudo volver a contactar con el inquilino y descubrieron que el apartamento estaba anunciado en Airbnb.

Thais Franco ha asegurado que se trata de una organización que se dedica a este tipo de fraude, ya que tienen conocimiento del inquilino, al que no localizan, también ha alquilado otros inmuebles en Barcelona con el mismo fin: pagar 950 euros de alquiler al mes y obtener luego 200 por cada noche alquilándolo a turistas a través de la plataforma Airbnb.