El informe “Sostenibilidad del Consumo en España”, publicado este viernes, analiza a través de 16 categorías los principales daños que el consumo puede causar en el medio ambiente. Este estudio es la versión española de un informe previo creado por la Comisión Europea. Siguiendo los mismos criterios, establecidos por Bruselas, estudia todos los productos que se consumen en el país y el impacto que tienen a lo largo de su ciclo de vida.
El daño causado en España se puede resumir en seis problemas concretos: la contaminación del agua dulce, un exceso de nutrientes en el agua debido a los vertidos tóxicos, la emisión de gases efecto invernadero, el uso de las energías fósiles, la emisión de partículas contaminantes y el uso de recursos minerales y metales.
La dieta española, el mayor contaminante
El 52,1% de huella de consumo nacional es producida por todas las labores relacionadas con la alimentación. Desde los problemas que causa la cadena de producción hasta el consumo excesivo de ciertos alimentos. Es, por ejemplo, la razón primordial del exceso de nutrientes tanto en la tierra como en el agua dulce y salada. Un ejemplo de ello es el caso del Mar Menor, en el que esta superabundancia es motivo del 80% del colapso del ecosistema.
Otra de las razones por las que la cantidad de huella de consumo es tan elevada es el modelo de ganadería intensivo que se practica en todo el país. Según el informe, el sistema agropecuario es excesivamente intensivo e industrial, por lo que consume una alta cantidad de recursos fósiles, fertilizantes químicos y agua. Para creación de alimento para todos los animales de consumo es necesario una extensa cantidad de tierra fértil, lo que conlleva deforestar grandes terrenos boscosos.
Además, los españoles abandonan la tradicional dieta mediterránea para consumir más carnes y lácteos, lo que aumenta la demanda de estos productos. Según apunta el informe, en el caso de sustituir un 25% de los productos animales consumidos por sustitutivos vegetales, cerca del 20% de los impactos causados podrían verse reducidos.
El impacto de la movilidad es menor
La huella de consumo producida por todo lo relacionado con la “movilidad” es únicamente del 17,1%. Dentro de los problemas que abarcan este término se encuentran el nivel de emisiones de vehículos, la extracción de materiales para la creación de métodos de transporte y el mantenimiento de los residuos de vehículos sin uso. Las dos categorías que se ven afectadas por este motivo son la formación de ozono fotoquímico y el uso de recursos fósiles.
Las viviendas: productoras de radiación ionizante
La construcción y el mantenimiento de los domicilios son responsables del 16,2% de la huella de consumo en España. Cerca del 60% de radiación ionizante se ve emitida por procesos relacionados con el ámbito de la vivienda. Además, también se ven afectados los depósitos de agua dulce y la contaminación del aire a través de partículas (un 20%).