Se trata de Bellreguard, un pueblo de la costa valenciana, duramente afectado por el temporal.
El objetivo, dice su alcalde de Compromís, Àlex Ruiz, es devolver el frente marítimo a la naturaleza y no malgastar millonadas que cíclicamente, pronostica, serán engullidas por el mar.
La reparación de este paseo marítimo costaría alrededor de medio millón de euros.