Con la llegada de los primeros días de frío, el uso de los distintos aparatos de climatización y la menor ventilación en las casas y en otros espacios, los ambientes producen humedad y, con ella, aparecen muchos de los gérmenes de las alergias.
De hecho, con la temporada de invierno a la vuelta de la esquina, es posible que muchas personas lleven algunas semanas sufriendo los síntomas de una especie de resfriado perpetuo.
Para muchas personas, el frío es más que una condición climatológica: se trata de una molestia que puede llegar a desencadenar ataques de asma, hacer que nuestra piel se seque de forma extrema e inducir dolor en las articulaciones.
Congestión y estornudos que aparecen cada invierno
Mientras muchas personas enferman cuando comienza a hacer frío, (aproximadamente una de cada 100.000), otras desarrollan lo que se conoce como reacción alérgica o urticaria a las bajas temperaturas.
De esta manera, al igual que ocurre con otras alergias, las personas alérgicas al frío tienen reacciones graves cuando se exponen a este clima.
A pesar de que la gravedad y los síntomas varían según la persona, son comunes los siguientes:
- Erupciones cutáneas y urticaria.
- Hinchazón de las manos al agarrar objetos fríos.
- Fatiga
- Dolor de cabeza
- Sibilancias
- Dificultad para respirar
- Presión arterial baja
- Anafilaxia, es decir, respuesta generalizada del organismo: desmayos, aceleración del corazón, hinchazón en las extremidades o el torso y choque.
Según informa la Clínica Mayo, en el caso de la erupción, suele empezar a los pocos minutos de la exposición y dura aproximadamente dos horas.
De hecho, a pesar de que esta condición es habitual durante la temporada hibernal, algunas personas pueden llegar a tener problemas y presentar síntomas al consumir alimentos y bebidas frías, como hinchazón de los labios, de la lengua y de la garganta, dificultando así la respiración.
¿Cómo identificar la alergia al frío?
Una cosa es ser friolero y otra, muy distinta, es tener alergia al frío.
Con el objetivo de detectar este tipo de alergia y confirmar el diagnóstico, que es fundamentalmente clínico, los alergólogos realizan de forma controlada un test de exposición al frío.
¿Y qué método utilizan? ¡Fácil! Un cubito de hielo.
Consiste en la aplicación de frío, a través de un cubito de hielo o un tubo de ensayo con agua congelada, sobre la cara anterior del antebrazo durante cinco minutos. Una vez hayan transcurrido 10-15 minutos aproximadamente, si el paciente es alérgico, experimentará picor y un habón con la forma del cubito de hielo.
De la misma manera, existen otros métodos para identificar este tipo de alergia, entre ellos, el Temptest. Se trata de un aparato basado en el efecto Peltier, compuesto por un hilo metálico capaz de producir un gradiente de temperatura entre 4º y 44º, sobre el que el paciente coloca el antebrazo durante cinco minutos.
Tal y como informa la doctora Beatriz Veleiro Pérez, médica adjunta de la Sección de Alergia del Complexo Hospitalario Universitario A Coruña y miembro del Comité de Alergia Cutánea de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, si “el resultado es positivo, el citado aparato nos permite conocer el umbral de respuesta del paciente”. Es decir, la temperatura que provoca picor o habones en ese momento.
En este contexto, resulta fundamental determinar los umbrales de respuesta del paciente durante el estudio, tanto de temperatura como del tiempo de estimulación suficiente para desencadenar una respuesta al frío.
Gracias a esta determinación, los alergólogos pueden ofrecer medidas de evitación adecuadas e individualizadas al paciente con el objetivo de monitorizar la respuesta al tratamiento y también como valor pronóstico.
¿Cómo sé si se trata de alergia o de un resfriado?
A pesar de que los síntomas entre la alergia al frío y un resfriado son similares (secreción nasal, cansancio y dolor de garganta), las causas son completamente distintas.
Mientras que un resfriado es ocasionado por un virus, la alergia es una respuesta del sistema humanitario a sustancias desencadenantes, los alérgenos.
En el caso de un resfriado puede aparecer fiebre, síntoma que es muy poco común en la alergia al frío. De hecho, una de las principales pistas que nos ayudará a distinguir entre alergia al frío y resfriado es la duración de los síntomas:
Un resfriado común no suele durar más de dos semanas. En cambio, la alergia puede durar mientras se esté expuesto a la sustancia.