Las bajas temperaturas propias del invierno condicionan en muchas ocasiones la vida en sociedad y limitan las actividades al aire libre. De hecho, esta condición climatológica puede llegar a causar problemas de salud derivados de los efectos que origina en nuestro organismo. Uno de ellos es la denominada alergia al frío o urticaria a frigore.
Aunque habitualmente la asociemos a los meses de primavera, existen alergias de invierno. La alergia al frío es muy propia de los meses invernales, además de la alergia al polen (mucho más común en invierno de lo que creemos).
Se trata de una patología que puede mermar de forma notable la calidad de vida de las personas que la padecen y que se hace notar en forma de picor en la piel, enrojecimiento, ronchas o habones, hinchazón de la piel, fatiga, dolor de cabeza, sibilancias, dificultad para respirar, presión arterial y anafilaxia.
A pesar de que los síntomas de un resfriado y de una alergia son similares (dolor de garganta, secreción nasal y cansancio) se trata de enfermedades muy diferentes.
¿Cómo saber si tengo alergia o un resfriado?
Los estornudos, la congestión y la secreción nasal son síntomas comunes de la rinitis alérgica y del resfriado, pero el origen de ambas es muy distinto.
Tal y como informa la Clínica Mayo, el resfriado está causado por la infección de un virus, mientras que la alergia es una reacción del sistema inmunitario ante determinadas sustancias (alérgenos) que en condiciones normales serían inofensivas, y por eso no ocasionan problemas a la mayoría de personas.
Cuando una persona con rinitis alérgica inhala un alérgeno, el sistema inmunitario reacciona y libera una serie de sustancia como la histamina, que provocan los síntomas de la alergia.
A pesar de que la tos seca y el dolor de garganta pueden aparecer en ambos casos, suele ser más común en el resfriado ya que en la alergia se dan de forma ocasional. Del mismo modo, el resfriado puede presentar dolor muscular y febrícula (décimas de fiebre), síntomas que no aparecen en la alergia.
También, la rinitis alérgica puede ocasionar picor y lagrimeo en los ojos, síntomas que habitualmente no se dan en el resfriado.
No obstante, la principal diferencia entre ambas enfermedades es la duración: los síntomas de la alergia duran mientras haya exposición al alérgeno, mientras que un resfriado no suele durar más de 10 días.
Tratamiento de la alergia al frío
Siempre que se sospeche de que existe una alergia al frío es fundamental acudir al médico. El diagnóstico es sencillo: se lleva acabo mediante la aplicación sobre la piel de un cubo de hielo cubierto por plástico durante unos 5 o 10 minutos para observar, tras otros 10 minutos, si aparece el habón en la zona de contacto.
Una vez confirmado el diagnóstico, la alergia al frío se puede tratar de la siguiente manera:
- Evitar en lo posible la exposición al frío: minimizar este impacto sobre la piel protegiéndola con guantes, abrigos, bufandas y gorros, y no tomar helados ni bebidas refrigeradas.
- No es recomendable sumergirse en aguas frías a lo largo del año y, de hacerlo, ir siempre acompañado para poder ser auxiliado en caso de que se produzca una reacción alérgica generalizada.
- Tomar antihistamínicos por vía oral para reducir los síntomas molestos o persistentes.
- En los casos en que se den reacciones incapacitantes o que se desarrollen con mínimos cambios de temperatura y que no respondan a los antihistamínicos, es recomendable la administración de nuevos fármacos como el Omalizumab.
¿Cómo evitar la alergia al frío?
La recomendación más efectiva es cubrirse totalmente y con buenas prendas de abrigo las zonas que van a estar expuestas al aire gélido, especialmente manos y cara.
No obstante, los expertos suelen dar otras recomendaciones sobre esta frecuente urticaria que afecta a jóvenes, adolescentes y niños:
- Siempre que el pediatra alergólogo así lo recomiende, los síntomas se pueden prevenir con un tratamiento basado en antihistamínicos recibidos antes de la exposición al frío.
- En los casos moderados se puede recurrir a otros fármacos como los leucotrienos y corticoides sistémicos, indican desde la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP.)
- Si la exposición al frío es prolongada, pueden darse reacciones severas como dolor abdominal, dificultad a la deglución, dificultad respiratoria, mareo y pérdida de conocimiento. Por ello, es recomendable llevar siempre también corticoides para el caso de que se produzcan reacciones graves.