Existen abundantes mitos que rodean a los baños públicos, muchos de ellos debidos a su aparente insalubridad. Por ello, tendemos a realizar acciones de manera inconsciente para protegernos del contacto directo con zonas "más peligrosas", como puede ser la taza del váter. Aun así, no hay que evitar los baños públicos en caso de necesitar ir al baño con urgencia, ya que podría afectar al tracto urinario.
Pese a que exista posibilidad de contagiarse con algunos tipos de enfermedades infecciosas, es importante conocer que es imposible contraer afecciones por transmisión sexual (ETS). Son muchas las personas que piensan que utilizar uno de estos inodoros puede acabar transfiriendo gonorrea y clamidia, junto con otra larga lista de ETS, aunque los expertos señalan que no sobreviven por mucho tiempo en superficies. Para que se produzca el contagio, es necesario que ingresen en los órganos sexuales, por lo que no sería posible contraerlo.
¿Cuáles son las potenciales vías de transmisión?
Un estudio publicado en la revista de divulgación científica "Science of the Total Environment", ha analizado la transmisión de enfermedades infecciosas en los baños públicos, incluido el Covid-19. Utilizando una serie de análisis divulgados en las bases de datos PubMed y Scopus, llegaron a la conclusión de que existían cuatro vías diferentes de contagio.
- Fuentes de contaminación. Entre ellas se encuentran el vómito, las heces y la orina, el agua contaminada y las manos.
- Elementos ambientales. Entre ellos están los aerosoles, las gotas, las superficies y el agua.
- Puntos de exposición. Entre ellos están el váter, el desagüe, el grifo, el lavabo y el aparato de secado de manos.
- Rutas de transmisión. Estas son las respiratorias, el contacto con la superficie y la vía fecal-oral.
¿Qué enfermedades pueden transmitirse?
La revista Medicina y Salud Pública ha señalado una serie de enfermedades que podrían ser transmitidas a través de los baños públicos.
Norovirus
El portal MedlinePlus asegura que este tipo de virus puede causar gastroenteritis, la cual se transmite por el contacto con personas contagiadas o el consumo de alimentos contaminados.
En caso de que una persona que padezca la enfermedad y no se lave correctamente las manos después de hacer sus necesidades, todas las superficies que toque acabarán infectadas.
Escherichia coli
La Organización Mundial para la Salud (OMS) señala que este tipo de bacteria está "frecuentemente" presente en "el intestino distal de los organismos de sangre caliente". Una vez consumido a través de un alimento en mal estado, también estará presente en la materia fecal.
Los síntomas más comunes son los calambres abdominales, la diarrea, los vómitos y la fiebre. Una importante vía de transmisión es la oral-fecal, ya que aunque un paciente portador se muestra asintomático podría transmitirlo fácilmente a otra persona de esta manera.
Infección por shigella
El portal de la Clínica Mayo indica que este género de bacterias puede generar infecciones intestinales altamente contagiosas. La transmisión inicial puede ser por el consumo de agua no potable, alimentos contaminados o el contacto con las heces de una persona previamente contagiada. Afecta de manera especial a los menores de cinco años, aunque puede padecerse a cualquier edad.
Entre los principales síntomas se encuentran los dolores abdominales o estomacales agudos, el vómito, la diarrea y la fiebre. Si se sospecha un posible contagio, habría que consultar inmediatamente a un médico en caso de que la fiebre supere los 38 grados centígrados y existen trazas de sangre en las heces.
Estafilococos
MedlinePlus indica que este grupo de bacterias tiene el nombre científico de "staphylococcus". Entre sus síntomas están unas graves infecciones de piel y huesos, llegando a provocar una endocarditis. Esta enfermedad desarrolla serias complicaciones en el corazón, cuya membrana interior se ve inflamada.
Los estafilococos pueden ser hallados en cualquier objeto dentro de los baños, por lo que para evitar el contagio es necesario mantener una buena higiene. Las personas con enfermedades preexistentes, como el cáncer o la diabetes, son más sensibles a contraerla.
¿Cómo se puede evitar el contagio en los baños públicos?
Charles Gerba, profesor de microbiología en la Universidad de Arizona, señaló varias maneras en las que prevenir el contagio en una entrevista con el periódico estadounidense The New York Times. Una de las claves yace en una buena higiene de manos, ya que favorecerá a la salubridad del baño público.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan utilizar agua limpia para higienizar las manos, enjabonándoselas durante al menos 20 segundos para posteriormente enjuagarlas y secarlas. Esta advertencia no suele seguirse, favoreciendo a la proliferación de bacterias.
También hay que tener en cuenta que muchas veces los baños públicos carecen de jabón y toallas de papel, complicando el correcto saneamiento. Por lo tanto, Gerba aconseja "lavarse las manos y luego usar un desinfectante de manos al salir".
Además, también indica que en caso de cargar con un bolso o cartera, hay que evitar colocarlo en el suelo. Esta es una de las superficies más sucias, junto con la zona del lavabo, por lo que también habrá que guardar el teléfono para impedir la transmisión. Finalmente, antes de tirar de la cadena, hay que intentar cerrar la tapa del inodoro.
