El otoño marca el fin del verano y no es solo una referencia en el calendario. Esta época del año implica la vuelta a las obligaciones, la bajada de temperaturas y el descenso de las horas de sol conllevan en algunas personas lo que se conoce como astenia otoñal. Se trata de un proceso temporal en el que nos podemos sentir con menor ánimo y menos energía que en otras épocas el año. En esta situación, la dieta juega un papel fundamental para reducir al máximo sus efectos, lo que unido a un correcto descanso y a la práctica de ejercicio físico va a hacer que sea mucho más llevadero.
Siempre es recomendable llevar una dieta basada en alimentos como frutas y verduras, complementando con proteínas de calidad, grasas saludables y carbohidratos de las legumbres, granos integrales y las mismas frutas. Pero para esta época hay una serie de alimentos de los que podemos extraer todo su beneficio:
Frutos secos
Si variamos mucho mejor, así aprovechamos los diferentes beneficios de cada uno. Las nueces nos ayudan a reducir el colesterol y aportan antioxidantes. Las avellanas nos aportan flavonoides, vitaminas y minerales, los anacardos nos ayudan a proteger el sistema nervioso. Las almendras nos aportan un gran aporte de calcio. Elige opciones en crudo o tostado. Evita los fritos.
Legumbres
No solo porque con la llegada del frío apetece más su consumo. También por su gran composición nutricional y el gran aporte de hierro. Para la mejor absorción de este mineral, es recomendable acompañar su ingesta con la de alimentos ricos en vitamina C.
Setas
Son poco calóricas, con un alto contenido en fibra, antioxidantes, vitamina C y son fuente de hierro. Una gran opción.
Pescado azul
Las sardinas, el salmón, la caballa... Son alimentos rico en omega-3, una fuente de proteína de calidad, tienen vitamina B12 y B6 y grasas de calidad.
Aguacate
Una gran fuente de grasas saludables. Tiene alto aporte de potasio, es rico en fibra y tiene triptófano. Este aminoácido genera serotonina que está relacionada co el bienestar.
Huevo
Es un buen aporte de proteína y de grasas saludables a través de la yema. Además, aporta minerales como hierro, azufre o potasio.
Brócoli
Es una alimento de calidad casi inmejorable. Bueno para la anemia, protege al corazón, depura el organismo, protege los huesos, la vista, la piel. Es rico en fibra, antioxidantes y betacarotenos, vitamina C y B.
Cereales integrales
Una gran forma de cargar nuestros depósitos de energía ya que tras su ingesta van liberando su potencial lentamente durante las siguientes horas sin generar picos de insulina. Pasta integral, arroz integral, pan integral o pseudocereales como trigo sarraceno o quinoa.
Chocolate negro
Lo interesante es consumir opciones que tengan un porcentaje mayor del 85 por ciento de cacao puro. Tiene un gran poder antioxidante y su consumo está relacionado con el aumento de la serotonina.
Jengibre
Es un antinflamatorio natural que nos permite fortalecer nuestras defensas. Puedes consumirlo en polvo en diferentes recetas, en infusión o de forma directa para los que sean más valientes.