La noche del 31 de julio un hombre de 77 años asesinó a tiros a un asaltante, de 35 años, que había entrado en su casa de Ciudad Real a las 02.30 de la madrugada. Recibió tres disparos: hombro izquierdo, pecho izquierdo y el centro de la espalda. 'Espejo Público' ha tenido acceso a la declaración del jubilado, ahora en prisión provisional.
Según relató, el asaltante ya había intentado el mismo día por la tarde. "Me fui a hacer la siesta y cuando me desperté vi que la puerta del patio de la urbanización estaba abierta. Me dijo que estaba visitando a un vecino y le dije que como volviera a pasar por su casa le pegaba dos tiros". Sin embargo, no llamó a la Policía porque "no se trató de una cosa muy importante".
Ya había entrado en mi casa y le dije que como volviera le pegaba dos tiros
Al llegar la noche, volvió a entrar en su casa con una motosierra. Para defenderse, cogió una escopeta y disparó "pero con elevación" dos veces. Luego, volvió a cargarla y disparó "más abajo". El anciano detalla que "no sabía si el asaltante estaba solo" pero que "no vio a nadie más".
Le disparó las primeras dos veces "para que se fuera" y "no se atrevió a acercarse cuando vio que no se movía" y volvió a disparar. No obstante, indica que no quería matarlo: "No tengo yo ese deporte, no mato ni un conejo". Aun así, considera que "no es un delincuente habitual y lo hizo para defender su propiedad".
No soy un delincuente habitual, lo hice para defender mi propiedad
"Estaba solo en una situación en la que no sabes lo que pasará. Podía venir otro por detrás y machacarme", recalca. Después de esto, recogió los cartuchos y los dejó encima de la cama, que es donde los encontró la Policía.
El anciano se encuentra en prisión provisional
El hombre de 77 se encuentra en la cárcel de Herrera de la Mancha después de que la jueza del Nº5 de Ciudad Real, Beatriz Garrido, decretase para él prisión provisional y sin fianza, mientras se investiga si se trata de un delito de homicidio y descarta, por el momento, que se tratase de un caso de legítima defensa, como defiende el abogado del acusado.
La jueza alegó en el auto que "El detenido, al declarar a presencia judicial, ha afirmado que muy probablemente la motosierra era suya, que, pese a la ausencia de luz, está seguro de que el fallecido la portaba en sus manos, apuntando en su dirección, sin que, sin embargo, el finado se dirigiera a él. La desproporción en la respuesta ofrecida por el detenido, quien, no existiendo riesgo para su integridad física, y frente a una persona que estaba en actitud defensiva, disparó un arma, hasta en tres ocasiones —previa recarga de la misma—, causándole la muerte, nos lleva en este inicial momento de la instrucción y sin perjuicio de lo que pueda resultar de la misma, a excluir que nos encontremos ante un supuesto de legítima defensa".