Julio Pérez acude al inicio de cada mes al banco para recoger su pensión de 800 euros en la misma oficina de siempre, ubicada en Santa Cristina de Cobres. Allí le pagaron el dinero y Julio salió con su sobre y se montó en su coche para dirigirse al supermercado, situado apenas a cincuenta metros del banco.
Cuenta La Voz de Galicia que el anciano no se dio cuenta de que le faltaba hasta que se dispuso a pagar en el supermercado. Entonces comprobó que no tenía el sobre y empezó a desorientarse. Volvió a la entrada del supermercado y al coche para ver si se le había caído pero no dio con él, por lo que su nerviosismo y su disgusto fue a más.
Cuando sus familiares se enteraron, comenzaron a compartir la historia a través de redes sociales para ver si alguien sabía algo, avisaron a los vecinos y revisaron las cámaras del supermercado sin éxito.
Este mismo sábado, mientras Julio estaba en su casa -donde vive solo- con su hija, una vecina llamó por teléfono y les dio la esperada noticia. Al parecer, se enteró de lo que había sucedido y se puso en contacto con ellos para decirles que era ella quien tenía el dinero y que pasaran a buscarlo cuando pudieran.
La mujer les explicó que encontró el sobre en la misma puerta del banco, pero que no lo devolvió antes porque no se fiaba de volver a dejarlo dentro de la sucursal, por lo que prefirió esperar a ver si alguien lo estaba buscando.
Aseguró que tenía previsto ir a la oficina el mismo lunes para que le enseñaran las cámaras de vigilancia a ver quién lo había perdido, pero que se enteró de que Julio lo estaba buscando y se puso en contacto con él.
La hija del anciano explica la reacción que tuvo su padre: "Lloró de alegría".