El juicio por estos hechos se celebró el pasado lunes y en el mismo la Fiscalía solicitó para Boza cuatro años de prisión por un delito de robo con violencia e intimidación y el pago de una multa de 300 euros por un delito leve de lesiones, así como que, en concepto de responsabilidad civil, una indemnización de 232 euros a un vigilante que resultó lesionado. Por su parte, su defensa, que ejerce el abogado Agustín Martínez, solicitó rebajar la acusación a un delito de hurto e imponer una multa como condena.
Pues bien, este viernes, según ha confirmado el propio letrado defensor, se ha conocido la sentencia del juez, en la que se condena a Boza por un delito leve de hurto y un delito leve de lesiones, así como se ordena su puesta en libertad.
Los hechos tuvieron lugar el 1 de agosto en un centro comercial de Sevilla, cuando Boza, como admitió en su declaración durante el juicio, robó unas gafas de sol y en su huida supuestamente embistió a dos vigilantes del establecimiento con su coche mientras salía del parking, hechos que sí negó en el interrogatorio del pasado lunes.
El acusado expresó al hacer uso de su derecho a la última palabra que está "muy arrepentido" porque lo relatado le parece "una absoluta gilipollez". "Pedir perdón a mi familia, que lo estamos pasando muy mal, y a la sociedad", manifestó en su intervención.