Aunque siempre dicen que hay que mirar al futuro, quizá nos convenga revisar el pasado. ¿Por qué? La razón es sencilla: hay algunas cosas de tu infancia que merece la pena aprovechar.
Si bien es cierto que siempre es bueno organizar, desordenar y deshacerse de las cosas que no necesitas, a veces tiene valor conservar objetos antiguos, y la casa de mamá y papá es el lugar perfecto para encontrar tesoros escondidos. Desde novelas de primera edición hasta Cabbage Patch Kids y anuarios firmados, hay montones de objetos con los que creciste que pueden venderse hoy por una pequeña (o gran) fortuna.
Para que te hagas una idea: la colcha de retazos que cubre los pies de tu antigua cama podría valer miles de dólares, e, incluso, tus colecciones de revistas podrían ayudarte a pagar tus próximas vacaciones familiares.
Y aunque algunas cosas son más predecibles -joyas, discos de vinilo y porcelana-, otras no lo son. Por ejemplo, los teléfonos de disco. O los juegos de mesa familiares. Hasta puedes vender lápices de colores Crayola por bastante dinero.
Teléfonos de disco
Aquellos viejos teléfonos de disco que un día fueron la única vía de comunicación tienen actualmente un importante peso sentimental, pero también económico. Los teléfonos de disco, especialmente los de marcas icónicas como Western Electric, han pasado de ser objetos obsoletos a piezas de colección.
Modelos antiguos en buen estado pueden venderse por entre 90 y 170 euros, dependiendo de su estado. Además, los teléfonos con diseños únicos o colores inusuales, como los modelos en tonos pastel, pueden alcanzar cifras aún mayores.
Cabbage Patch Kids
Las muñecas Cabbage Patch Kids, que causaron furor en los años 80, siguen siendo objetos de deseo para los coleccionistas. Las primeras ediciones, especialmente aquellas con certificados de adopción originales y en buenas condiciones, pueden venderse por sumas considerables. Mientras que una Cabbage Patch Kid común podría rondar los 35 a 90 euros, algunas ediciones limitadas o muñecas en su embalaje original pueden llegar a valer hasta 900 euros o más.
Anuarios firmados
Los anuarios escolares que guardaste como recuerdos de la secundaria o la universidad pueden valer más de lo que piensas, especialmente si están firmados por alguien que más tarde se convirtió en una figura pública o celebridad.
Un anuario firmado por una futura estrella de cine, músico famoso o, incluso, un político, puede alcanzar valores sorprendentes en subastas, dependiendo de la demanda. En algunos casos, los anuarios han llegado a venderse por miles de euros.
Artículos de cocina retro
Tu abuela no solo te dejó una receta secreta, sino un gran tesoro en su vieja cocina. Los utensilios de cocina antiguos, como sartenes de hierro fundido, licuadoras vintage, batidoras manuales o moldes de repostería, están ganando popularidad entre los coleccionistas.
Marcas como Pyrex, Le Creuset o KitchenAid tienen modelos antiguos que son muy valorados por su durabilidad y estilo retro. Por ejemplo, un juego completo de Pyrex de los años 50 puede venderse por entre 200 y 500 euros, especialmente si está en buen estado y conserva sus colores originales.
Las sartenes de hierro fundido Le Creuset vintage, dependiendo del tamaño y estado, pueden alcanzar precios que oscilan entre los 150 y 350 euros. Incluso las batidoras manuales antiguas tienen su nicho, con un valor que varía entre 50 y 150 euros, mientras que las licuadoras vintage pueden llegar a venderse por entre 100 y 250 euros, especialmente si aún funcionan.
Carteles publicitarios antiguos
La publicidad de antaño no solo tiene un valor nostálgico, sino también económico. Los carteles de marcas icónicas como Coca-Cola, Pepsi o marcas de cigarrillos de mediados del siglo XX son altamente coleccionables.
Por ejemplo, un cartel de Coca-Cola de mediados del siglo XX en buen estado, puede venderse por entre 200 y 1.500 euros, dependiendo del tamaño. Por otro lado, los carteles de marcas de cigarrillos, especialmente aquellos que han resistido el paso del tiempo sin restauraciones, pueden alcanzar cifras que van desde los 300 hasta los 2.000 euros.
Ropa y accesorios vintage
La moda siempre vuelve, y lo que alguna vez estuvo de moda podría estarlo de nuevo, pero con un valor mucho más alto. Las prendas de alta costura de diseñadores icónicos como Chanel, Dior o Yves Saint Laurent de las décadas de 1950 a 1980 son especialmente codiciadas en el mercado de segunda mano.
Por ejemplo, un bolso Hermès vintage puede alcanzar precios que varían desde 1.500 hasta 10.000 euros, dependiendo del modelo y el estado de conservación. Incluso piezas menos exclusivas, como una chaqueta Levi’s original de los años 60 o 70, pueden venderse por entre 200 y 700 euros. Además, los vestidos de alta costura vintage, bien conservados, pueden llegar a valer entre 500 y 5.000 euros, dependiendo del diseñador y su rareza.
Obras de artistas emergentes
No todo el arte valioso tiene que ser de pintores famosos. Es posible que, durante los años 70 y 80, adquirieses obras de artistas locales o desconocidos en ese momento que, con el tiempo, han ganado notoriedad.
Estas obras pueden haber aumentado considerablemente su valor. Por ejemplo, un cuadro de un artista emergente que ahora es famoso, podría ser una de las inversiones más rentables que has hecho sin siquiera darte cuenta. En el mercado actual, las obras de artistas emergentes que han alcanzado fama pueden venderse por entre 500 y 20.000 euros, dependiendo de la relevancia del artista y la calidad de la obra.
Juegos de mesa clásicos
Antes de la era digital, los juegos de mesa eran el entretenimiento principal en muchos hogares. Algunos de estos juegos, como el Monopoly, Risk o Scrabble, han tenido múltiples ediciones a lo largo de los años, pero son las versiones más antiguas y limitadas las que pueden tener un valor significativo.
De esta manera, un Monopoly original de los años 30, en buen estado y con todas sus piezas intactas, puede alcanzar precios de entre 2.000 y 4.000 euros en subastas. Otros juegos de mesa clásicos, como Clue o Risk, también pueden tener un valor considerable, con precios que oscilan entre 150 y 500 euros, dependiendo de la edición y su estado de conservación.
Lápices de colores Crayola
Puede parecer sorprendente, pero algunos sets de lápices de colores Crayola antiguos, especialmente aquellos en sus cajas originales y en buen estado, pueden ser bastante valiosos. Los coleccionistas buscan versiones antiguas con colores que ya no se producen o empaques retro. Un set de Crayola de los años 50 o 60 puede venderse por alrededor de 45 a 180 euros, dependiendo de su estado.
Colecciones de revistas
Si tienes montones de revistas antiguas acumulando polvo... ¡No las tires! Podrían ser una mina de oro. Las ediciones antiguas de revistas como Life, Time, National Geographic, y especialmente revistas de moda como Vogue, pueden tener un gran valor en el mercado de coleccionistas.
Una edición de una revista con una portada icónica puede venderse por cientos de euros. Algunas ediciones raras o de eventos históricos importantes pueden superar los 900 euros.
Novelas de primera edición
Los libros de primera edición siempre han sido objetos de colección, pero algunas novelas pueden valer una verdadera fortuna. Las primeras ediciones de obras de autores como J.K. Rowling, Ernest Hemingway o F. Scott Fitzgerald son especialmente valiosas.
Un ejemplo es la primera edición de Harry Potter y la piedra filosofal, que se ha vendido por hasta 90,000 euros en subastas. Otros títulos menos conocidos también pueden ser valiosos, especialmente si están firmados por el autor.
Colchas de retazos
Las colchas de retazos hechas a mano, que en su momento eran una forma común de reciclar telas, hoy son piezas valiosas de historia y artesanía. Las colchas de patchwork, especialmente aquellas con patrones únicos o hechas con técnicas tradicionales, pueden alcanzar valores altos, especialmente si están en buenas condiciones.
Una colcha de retazos antigua puede valer entre 450 y 4,500 euros, dependiendo de su peculiaridad, diseño y estado.
Joyas de la abuela
Las joyas heredadas de tus abuelos son un tesoro, y en más de un sentido. Las piezas de joyería vintage, especialmente las de oro, plata y con piedras preciosas auténticas, tienen un valor significativo en el mercado actual. Incluso la bisutería de calidad de mediados del siglo XX es altamente coleccionable.
Un anillo de compromiso antiguo, un collar de perlas o unos pendientes de diamantes pueden venderse por miles de euros, dependiendo de su calidad y diseño.
Discos de vinilo
El renacimiento del vinilo ha disparado el valor de los discos antiguos. Si tienes discos de vinilo guardados de tus padres o abuelos, es posible que algunos de ellos tengan un gran valor. Los discos de artistas icónicos como The Beatles, Elvis Presley, o The Rolling Stones en ediciones originales pueden venderse por cientos o incluso miles de euros. Ediciones atípicas, vinilos de colores o aquellos en perfecto estado, son los más codiciados.
Instrumentos musicales antiguos
Si tienes un viejo piano, guitarra o violín en casa, podrías estar guardando un objeto de gran valor. Marcas como Gibson, Fender o Steinway son reconocidas por la calidad de sus instrumentos, y algunos modelos se han convertido en piezas de colección.
Una guitarra Gibson o Fender vintage, dependiendo del modelo y estado, puede valer entre 1.000 y 20.000 euros. Un piano Steinway antiguo podría valorarse entre 5.000 y 50.000 euros, especialmente si está en buen estado y ha sido bien mantenido. Además, los amplificadores y otros equipos de sonido antiguos también pueden ser muy codiciados por los músicos y coleccionistas, con precios que varían entre 500 y 5.000 euros.
Cámaras Polaroid y de cine
Las cámaras instantáneas Polaroid, especialmente los modelos clásicos de los años 60 y 70, vuelven a estar de moda. Estos dispositivos, además de ser valorados por su diseño retro, también destacan por su funcionalidad única en la era digital.
Una cámara Polaroid clásica puede venderse por entre 100 y 300 euros, dependiendo del modelo y estado de conservación. Por otro lado, las cámaras de cine antiguas, como las Super 8, han experimentado un renacimiento entre los entusiastas de la fotografía analógica. Estas cámaras, incluso si no tienes películas para ellas, siguen teniendo un alto valor como piezas de colección, con precios que pueden oscilar entre 150 y 400 euros, especialmente si están en buen estado y con sus accesorios originales.
Figuras y merchandising de cultura pop
Si fuiste fanático de alguna serie de televisión, película o banda musical en las décadas pasadas, es probable que tengas algo de merchandising guardado. Las figuras de acción, pósters, camisetas y otros productos relacionados con franquicias como Star Wars, Star Trek, Harry Potter o las bandas de rock de los 70 y 80, pueden ser extremadamente valiosos.
Una figura de acción de Star Wars de la primera edición, en su empaque original, puede alcanzar precios que varían entre 1.000 y 5.000 euros en subastas. Además, otros artículos de merchandising, como pósters y camisetas de bandas icónicas, pueden venderse por entre 100 y 1.000 euros, dependiendo de su estado y conservación.
Sellos y postales antiguas
El coleccionismo de sellos es un pasatiempo que ha existido durante siglos y que aún tiene un mercado fuerte. Los sellos antiguos, especialmente aquellos que se emitieron en cantidades limitadas o que tienen algún error en su impresión, pueden valer mucho dinero.
Una colección bien cuidada de sellos atípicos podría alcanzar precios que oscilan entre 100 y 10.000 euros. Las postales antiguas, particularmente aquellas que representan ciudades en su versión antigua o eventos históricos, también son muy buscadas por coleccionistas. Una postal antigua bien conservada puede venderse por entre 20 y 300 euros, en función de su antigüedad y la imagen que represente.
Cristalería y artículos de vidrio
Los vasos, copas y jarrones de cristal, especialmente aquellos fabricados por marcas reconocidas como Waterford, Lalique o Murano, pueden ser muy valiosos. Las piezas de cristal tallado a mano, con detalles intrincados y en perfectas condiciones, son especialmente apreciadas por los coleccionistas.
Por ejemplo, una pieza de cristal de Murano o Lalique puede alcanzar precios que oscilan entre 500 y 5.000 euros, dependiendo de la pieza y su estado. Además, el vidrio artístico de principios del siglo XX, como las lámparas de Tiffany, puede alcanzar precios muy altos debido a su belleza, con valores que van desde 5.000 hasta 50.000 euros.
Cómics e ilustraciones
Los cómics antiguos, especialmente aquellos que pertenecen a las primeras ediciones de héroes populares como Spider-Man, Batman o Superman, pueden valer una pequeña fortuna. La condición del cómic es crucial: aquellos que están en perfectas condiciones, sin marcas ni arrugas, son los que alcanzan los precios más altos.
Una primera edición de un cómic de Spider-Man, Batman o Superman podría venderse por entre 5.000 y 50.000 euros. Incluso cómics menos conocidos pero bien conservados pueden alcanzar precios significativos, oscilando entre 100 y 2.000 euros.
Relojes de pared y de pie
Los relojes antiguos, ya sean de pared o de pie, son piezas muy codiciadas entre los coleccionistas, especialmente si son relojes de fabricantes conocidos como Howard Miller, Seth Thomas o Gustav Becker. Estos relojes son altamente apreciados por su función, por su diseño y por la artesanía involucrada en su creación.
Un reloj de pie de Gustav Becker, en buen estado de funcionamiento, puede valorarse entre 1.000 y 10.000 euros. Los relojes de pared de Howard Miller, dependiendo del modelo y su estado de conservación, pueden alcanzar precios que van desde 500 hasta 5.000 euros.
Accesorios de escritorio antiguos
Las plumas estilográficas, tinteros y accesorios de escritorio antiguos son altamente coleccionables, especialmente de marcas como Montblanc, Parker y Waterman. Estas piezas, valoradas por su elegancia y calidad, pueden alcanzar precios sorprendentes: una pluma Montblanc vintage, por ejemplo, puede costar entre 300 y 3.000 euros.
Por su parte, los tinteros y otros accesorios antiguos también son muy buscados, no solo por su funcionalidad, sino por su diseño y historia. Cada pieza cuenta una historia y es un testimonio de la artesanía de épocas pasadas.