Saltarse un STOP es una de las infracciones que más accidentes provocan en carretera, tal y como lo refleja un recuento que realizó la Dirección General de Tráfico. Por detrás se sitúan: la velocidad excesiva, no respetar la distancia de seguridad, la invasión del carril contrario y los adelantamiento ilegales.
En 2020 los informes de tráfico contabilizaron más de 1.000 siniestros de coche con víctimas por no respetar esta señal. En 2021 fueron 1.093 los conductores implicados en accidentes con víctimas.
Una práctica muy arraigada en los conductores es tratar el STOP como un ceda al paso, por ello la DGT busca ponerle fin. La organización tiene la intención de avanzar un paso más y empezar a sancionar a aquellas personas que no respeten estas señales.
Aunque de momento todo forma parte de una prueba piloto, ya se han implementado sistemas de vigilancia en algunos sitios con señales de STOP. Están diseñados para grabar y enviar de manera constante cualquier movimiento o aproximación a la señal y detectan si un coche se detiene o sólo reduce la velocidad. Si la cámara aprecia que el vehículo no ha frenado por completo, enviará el vídeo al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas para comenzar el proceso de denuncia con la prueba.
La sanción por saltarse un STOP es de la eliminación de cuatro puntos del carnet de conducir así como una multa económica de 200 euros.