Reconocer errores o intentar no fallar en vez de fijarse en ser el más listo son ejemplos de humildad intelectual, una de las formas más efectivas de ser más inteligente. El psicólogo David Dunning afirma a Inc. Magazine que una manera de mejorar es cuidándonos del propio exceso de confianza. Pero tener esta actitud no es fácil, ya que la autoestima también es importante.
Por su parte, el psicólogo, Adam Grant, aconseja en su libro, Think Again, a las personas que intenten pensar como científicos con más frecuencia. ¿Pero a qué se refiere exactamente? Aparte de priorizar la humildad sobre el orgullo, "hay que buscar razones por las que uno podría estar equivocado, no sólo razones por las que uno debe tener razón", explica el psicólogo en Inc. Magazine.
Todos estos consejos se reducen a lo mismo: no apegarse demasiado a sus ideas, buscar activamente evidencias que las respalden o las refuten, y luego cambiar nuestra forma de pensar cuando las evidencias desacrediten nuestras creencias. Este es un buen resumen básico del método científico.
Beneficios para los emprendedores
Una investigación realizada por la escuela de negocios europea Insead y publicada recientemente en el Strategic Management Journal, examinó 759 empresas emergentes en Milán y Londres, evaluando qué enfoque a la hora de crear una empresa producía las mejores probabilidades de éxito. La respuesta no fue la metodología Lean, ni ningún otro sistema de escuela de negocios. Fue pensar como un científico.
Un modelo que te puede ayudar a aplicar un enfoque más científico a la hora de crear un nuevo proyecto es:
- Comenzar con una teoría: comienza tu proyecto siguiendo tu intuición más fuerte, pero estate preparado para probar teorías alternativas si es necesario.
- Exponer hipótesis: articula claramente tus suposiciones individuales específicas sobre tu idea de negocio.
- Validar tus hipótesis: diseña experimentos para probar tus hipótesis.
- Refinar y volver a probar: refinar continuamente sus teorías en función de los resultados experimentales.