La Ley de Residuos y Suelos Contaminados, que entrará en vigor el 2023 implantará dos nuevos impuestos: uno a los envases de plástico de un solo uso y otro a residuos en vertederos e incineración y cuyo objetivo es reducir hasta un 15% la generación de desechos en 2030 respecto a 2010.
Nuevos objetivos en materia de prevención de residuos
La nueva ley establece unos nuevos objetivos en materia de prevención de residuos que señalan una disminución del peso de los residuos producidos de un 13% en 2025 y de un 15% en 2025 respecto a los generados en 2010.
Prevé también que los comercios minoristas de alimentación con una superficie de más de 400 metros cuadrados destinen el 20% de su superficie a productos sin embalaje primario.
Asimismo contempla reducir a la mitad los alimentos desechados en el hogar, en hoteles, restaurantes y cafeterías; rebaja un 20% las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y prohíbe destruir excedentes no vendidos de textiles, juguetes o aparatos eléctricos y la suelta intencionada de globos.
Amplía también la recogida separada de biorresiduos domésticos a partir de 2022 para entidades locales con más de 5.000 habitantes, y, a partir, de 2024 para el resto de municipios; a los residuos textiles, aceites de cocina usados, residuos domésticos peligrosos y residuos voluminosos a partir de 2025.
Quedará prohibida la venta y distribución de, entre otros, vasos, cubiertos de plástico o bastoncillos
Incluye además un plan para incorporar la recogida separada de otros flujos de residuos como el textil o el aceite de cocina usado y una hoja de ruta para eliminar el amianto de los edificios en España. Y pretende que se reduzcan los recipientes alimentarios y los vasos de plástico de un solo uso hasta un 70 % en 2030.
Prohibida venta y distribución
La normativa que entra en vigor al iniciarse 2023 traspone la directiva europea de plásticos por la que quedará prohibida la venta y distribución de, entre otros, vasos, cubiertos de plástico o bastoncillos.
Se establecerán nuevos impuestos, uno de ellos a los envases de plástico no reutilizables, a razón de 0'45 euros por kilogramo, y otro al depósito en vertedero e incineración, que podrá oscilar entre 1,5 euros y 40 euros por cada tonelada métrica.