Tras el paso de la borrasca Isaack en nuestro país, los termómetros han vuelto a subir levemente, aunque han continuado las heladas y nevadas en algunos puntos de la Península, afirma la Agencia Estatal de Meteorología.
La llegada de una nueva borrasca se aislará en el suroeste de la Península impulsando vientos procedentes del norte de África cargados de polvo en suspensión, la conocida como calima. Este fenómeno tendrá una mayor presencia en Ceuta, Melilla, y sur y oeste de la Península.
¿Qué es la calima?
La calima es un polvo mineral "marrón" que procede del desierto del Sahara y que se repite con frecuencia en nuestro entorno geográfico. Este fenómeno meteorológico está caracterizado por la presencia de partículas en suspensión de polvo y arena que incluso a veces puede ser ceniza y arcilla, originando un ambiente denso.
¿De qué se compone la calima?
Este polvo está compuesto por aluminosilicatos, arcilla, yeso, calcita y otros minerales. Aunque también está formado por bacterias, hongos, polen y contaminantes procedentes de industrias de Marruecos, Argelia y Túnez.
El viento entra en contacto con las partículas emitidas por la actividad industrial en las centrales térmicas, donde se produce la quema de carbón; por eso la calima contiene bromo, cromo, níquel, zinc y circonio perjudiciales para tu salud.
La Organización Mundial de la Salud afirma que el nivel máximo al que debes estar expuesto ante este tipo de polvo es de 50 miligramos por metro cúbico, ya que las partículas que miden menos de diez micras pueden entrar en nuestro organismo llegando a los pulmones.
¿Cómo afecta a tu salud?
- Problemas respiratorios.
- Irritación en las mucosas.
- Obstrucción nasal.
- Picos en los ojos.
- Tos.
Si la calima persiste durante varios días puedes padecer:
- Broncoespasmos (dificultades graves para respirar).
- Dolor torácico.
- Asma, especialmente en personas con patologías respiratorias.
- Enfermedades cardiovasculares y en algunas personas puede provocar crisis de ansiedad.
Medidas que puedes tomar
- Mantener puertas y ventanas cerradas.
- Utilizar mascarillas para salir al exterior, preferible que sean FPP2.
- Evitar practica deporte al aire libre.
- Ingerir abundantes líquidos, especialmente los niños y los ancianos, para evitar la deshidratación.
