Junto al verano, llega una gran oleada de insectos. Estos se ven afectados por las condiciones climáticas, ya que muchos tienen sangre fría, por lo que proliferan en ambientes cálidos. Su tasa de reproducción aumenta durante los meses con una temperatura más alta, cuando su metabolismo más alto hace que necesiten más alimento para sobrevivir.
Por eso, es fundamental reconocer las marcas que cada uno va dejando en la piel, ya que sus picotazos pueden resultar en enfermedades graves o choques anafilácticos.
¿Cómo puedo saber qué bicho me ha picado?
Garrapata
Estos bichos forman parte de una superfamilia de ácaros. Son ectoparásitos hematófagos, lo que significa que se alimentan de sangre. Han mostrado ser importantes vectores de numerosas enfermedades infecciosas como el tifus y la conocida enfermedad de Lyme. Sus picotazos pueden producir fiebre y dolor corporal o de cabeza. Una vez eres picado, el insecto se queda pegado a tu piel, donde chupa sangre hasta hincharse.
Abeja
Estos insectos se distinguen de las avispas por su cuerpo cubierto de pelos plumosos y ramificados. En este caso, no se alimentan de la sangre, sino que pican únicamente en defensa propia o de la colmena. Su veneno es generalmente suave, pero existen alergias que pueden hacer que resulte mortal. La sintomatología más común para sus picaduras es la hinchazón de la zona, el dolor, el picor y posibles mareos. El aguijón suele quedarse clavado, por lo que posteriormente es necesario retirarlo.
Avispa
Los himenópteros, orden que aúna avispas, abejorros y hormigas entre otros insectos, es uno de los grupos con más variedad de insectos sumando unas doscientas mil especies. Su picadura está producida por su aguijón, que cuenta con tres partes articulares. Entre ellas están las lancetas, diseñadas para aumentar el daño y permitir que el veneno se disperse con mayor facilidad. Los síntomas son muy parecidos a los descritos tras un picotazo de una abeja, pero en este caso el aguijón no se queda dentro del afectado.
Avispa asiática
Este insecto tampoco necesita consumir sangre para poder vivir. La avispa asiática, se alimenta de otros bichos como los son las abejas, hormigas y mariposas. Además, también consume otro tipo de invertebrados. Su tórax y abdomen de color negro hace que sean relativamente fáciles de distinguir, con patas marrones y extremos amarillos. Su sintomatología muestra dolor e hinchazón, aunque tiene más veneno que una avispa local.
Tábano
En este bicho, las diferencias entre sexos son muy pronunciadas. Mientras que las hembras están preparadas para extraer sangre de mamíferos, los machos únicamente pueden extraer el jugo de diversos vegetales. Esto también ocurre con los mosquitos. Además estos últimos resultan ser holópticos, sus ojos se unen en un punto, y las hembras dicópticas. Los tábanos realmente no pican, sino que muerden. Al no encontrar suficiente alimento en las flores, los insectos recurren a la sangre como método de alimentación. Su mordedura puede desgarrar la piel, causar mareos, debilidad y dificultad a la hora de respirar.
Araña
Las arañas, pese a que eliminen a plagas como los mosquitos, también pueden resultar muy peligrosas. En España, existe un registro que muestra las especies más peligrosas que se encuentran en el país. Entre ellas están la viuda negra, la tarántula y la araña marrón. Utilizan las picaduras como método de defensa, mordiendo cuando se sienten atrapadas. Se distinguen fácilmente, ya que su picotazo se trata de una mancha con dos puntos centrales y líquido.
Mosquito
Los insectos más comunes del verano. Este tipo de bichos necesitan el aporte de proteínas que ofrece la sangre de mamífero para poder iniciar el ciclo gonotrófico y poder así reproducirse. Las hembras son las que succionan la sangre, mientras que los machos no consumen nada más que jugo de verduras. La picadura de este bicho puede transmitir enfermedades muy peligrosas como la malaria, el dengue y la fiebre del Nilo Occidental. En la mayor parte de casos, la persona afectada únicamente siente picor en la zona de la picadura acompañado con un pequeño habón. Esta suele durar unos días.
Hormigas
No todas las hormigas pican. Las hormigas coloradas son el tipo de hormiga que a través de un picotazo inocula veneno dentro de la piel. Son de un color rojo, aunque también existen especies negras que resultan venenosas. Una vez has sido picado, la zona se inflama y puede surgir algo de pus.
Mosquito tigre
Esta especie de díptero nematócero puede ser reconocido por su color negro, ornamentado con líneas blancas en la zona del tórax y el abdomen. Además, también se observa este patrón de coloración en sus patas a bandas negras y blancas. Tal y como ocurre con otras especies, es la hembra la que se alimenta de sangre humana y animal. Entre los síntomas más notables están la fiebre, el dolor en las articulaciones, la fotofobia y la molestia en la propia picadura.
Chinches
Del grupo de los hemípteros, en el que se incluyen los pulgones y las cigarras, las chinches de las camas se alimenta de la sangre de humanos y animales. Su nombre común se debe al hábitat que frecuentan, como son los colchones y los sofás. Es mucho más activo de noche, aunque también puedes recibir un picotazo de día. Entre sus síntomas están la rojez, posibles rastros de sangre en la zona de la picadura y picores en la piel.
Pulga
Este tipo de pequeños insectos ápteros son parásitos externos hematófagos que pueden transmitir enfermedades como el tifus. Esta es una de las razones por las cuales es muy importante reconocer su picadura. La reacción a su picotazo suele consistir de varias picaduras, apiladas en forma de montaña y alineadas. Las personas que sufren de su picadura sienten un gran picor.
¿Cómo puedo tratar una picadura de insecto?
Las picaduras de los insectos que se encuentran en España suelen ser fácilmente tratadas en casa. Será necesario acudir a un centro médico cuando la persona que haya sido picada o mordida es alérgica, sufre de reacciones exageradas o siente molestias graves. La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha señala los pasos a seguir en caso de haber sufrido esta afección:
- Usar agua y jabón neutro para lavar el área antes de continuar con algún tratamiento.
- Aplica frío a la parte del cuerpo afectada. Para ello puedes utilizar un trozo de hielo, envuelto en algún trozo de tela, para insensibilizar la picadura.
- Puedes tratar la herida (nunca abierta) con una crema de aplicación tópica de amoniaco para aliviar las molestias.
- En los casos más intensos, pueden aplicarse corticoides tópicos de poca potencia como la hidrocortisona y la fluocortisona.
- Nunca utilices vendajes para tapar la zona que estás intentando tratar, ya que favorece que los corticoides accedan al torrente sanguíneo y aumenta la posibilidad de que aparezcan efectos secundarios.
- Para molestias generales, se indica el uso de una dosis terapéutica de un antiinflamatorio oral. La aspirina no está indicada.
- Para casos de picor, se puede consumir un antihistamínico oral.