Las chicas se decantan por medicina, magisterio, psicología o veterinaria, mientras que los chicos prefieren convertirse en empresarios, ingenieros, deportistas o policías.
Profesiones de toda la vida que siguen captando la imaginación de los adolescentes de más de una treintena de países, entre ellos España.
Se estancan las aspiraciones profesionales de los jóvenes -según la OCDE- que siguen siendo las mismas que hace 20 años, antes de la era de las redes sociales y de la revolución tecnológica. Profesiones tradicionales que son imprescindibles en cualquier sociedad y muy vocacionales. Eso sí, en detrimento de las carreras tecnológicas o científicas, que son precisamente las que concentrarán -dicen los expertos- buena parte de los empleos del futuro.
La OCDE concluye que los jóvenes de hoy aspiran a profesiones poco realistas y sobre todo, les acusan de ser poco pragmáticos. De hecho, 4 de cada 10 adolescentes españoles quieren dedicarse a profesiones que están en riesgo de automatizarse, y por lo tanto, en riesgo de desaparecer de aquí a 15 años.