Las Tecnologías de la Información, Internet o los 'smartphones' son parte del día a día, sin embargo, su uso abusivo puede suponer un problema para poblaciones vulnerables como son los jóvenes, quienes han incrementado la demanda de ayuda por abusar de estas en los últimos años.
No obstante, de entre todos los casos que atiende cada año Proyecto Hombre, los relacionados con los abusos de las nuevas tecnologías constituyen un porcentaje bajo. A pesar de eso, se ha observado una significativa tendencia al alza.
En los últimos cuatro años, la asociación ha tratado a 128 menores y, en el 80% de los casos, fueron sus familias las que solicitaron la ayuda de especialistas. La familia es clave para abordar la solución a este problema y debe hacerlo con pautas claras.
Según Luis Bononato, presidente de Proyecto Hombre, "debe haber unos límites y normas, en muchos casos, que sean consensuadas entre los padres y los hijos y, a partir del momento en que esas normas se incumplan, que los padres quiten privilegios y que haya consecuencias".
Algunos de los síntomas de que el menor puede estar incurriendo en un uso excesivo de las nuevas tecnologías es el abandono de las tareas escolares, la alteración del sueño y el aislamiento social.