Las temperaturas veraniegas de los últimos días van a desaparecer tras la llegada de la borrasca Noa pero no será por mucho tiempo. Solo el área Mediterránea mantendrá los termómetros con grados más propios de la época estival.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé lluvia en el tercio norte. Habrá cielo nuboso o cubierto con precipitaciones en Galicia, Cantábrico, Ampurdán, bajo Ebro y Canarias, intervalos nubosos en la mitad norte peninsular y Baleares, y poco nubosos en el resto. En Canarias, intervalos nubosos en el norte de las islas, y poco nuboso en el sur.
La cota de nieve será de entre los 1.000 y los1.200 metros en Pirineos, aunque subirá hasta 1.500/1.800, y de 1.500 metros en la cordillera Cantábrica, donde subirá hasta los 2.000. Dejarán cinco centímetros de nieve a partir de los mil metros en Huesca, Lérida y Navarra que tienen aviso amarillo.
Las temperaturas máximas descenderán de forma casi generalizada en la Península y Baleares. Las mínimas bajarán también de forma generalizada, ascenderán en la mitad noroeste peninsular, y dejarán heladas en Pirineos.
Soplarán intervalos fuertes en la costa norte de Galicia, Cantábrico, Ampurdán y bajo Ebro, y habrá predominio de direcciones oeste y noroeste en la Península salvo en el sureste y en Baleares, donde será variable; en Canarias, alisios del noreste, con intervalos fuertes de madrugada.
Previsión para el fin de semana
De cara al fin de semana Noa dejará de influir y habrá un nuevo frente asociado a otra borrasca atlántica. Habrá lluvias débiles en el norte que podrán ser más abundantes en Galicia y Cantábrico Oriental. Las temperaturas en el resto de España volverán a aumentar. El sábado será algo más fresco que el domingo en el que se pueden alcanzar máximas de 28 a 30 grados en la zona sur de la Península e incluso 33 grados en el Valle del Guadalquivir.
