En Internet podemos encontrar todo tipo de disparates: desde un influencer recomendando aspirina machacaba y aplicada sobre la piel para un dolor muscular, a otros que anuncian antibióticos como si fueran Juanolas, y otros tantos que se han sumado al famoso bulo de que la crema antihemorroidal es buena para las ojeras. En definitiva, disparates que tiene consecuencias para la salud. Eso sí, en las redes no se esconden -sino todo lo contrario- y podrían ser sancionados.
Carlos Mateos, coordinador del Instituto Salud sin Bulos, advierte del enorme problema de automedicarse y lo compara con el boca a boca de toda la vida, pero con millones de seguidores asintiendo.
El Consejo General de Farmacéuticos denuncia el peligro de que haya tantos influencers que estén dando consejos sobre medicamentos con impunidad, personas que no son farmacéuticas de profesión y cuyos disparates traspasan fronteras, como un supuesto divulgador científico que asegura que el coronavirus se cura tomando MMS, un producto cuya venta está solo permitida como desinfectante. Por eso, ante esta situación, Jesús Aguilar, presidente del Consejo de Farmacéuticos, hace un llamamiento a la calma.
Uno de cada tres bulos en Internet tienen que ver con la salud y la mitad de los fármacos que se venden online son falsos. Partiendo de esa idea, debemos dudar de casi todo.