Aunque son datos elaborados en la Comunidad de Madrid, los autores sostienen que son "fácilmente extrapolables al conjunto del país". Los escolares, de ESO, FP y Bachiller se definen mayoritariamente como cisheterosexuales, es decir, conformes a su identidad de género al nacer y de orientación sexual hacia el sexo contrario. Sin embargo casi un 26% de los alumnos se declaran no heterosexuales. De ellos, un 12,2 por ciento son bisexuales, un 3,9 por ciento homosexuales y hay un 9,8 por ciento que o no lo tiene claro o prefiere no decirlo. Además un 2,8% del alumnado se considera trans; la mitad no binarios, es decir, que no se ven ni como hombres ni como mujeres.
Los varones, los más prejuiciosos
La encuesta analiza además los prejuicios del alumnado hacia el colectivo LGTBI y revela que existen reticencias en el 35% de los escolares, sobre todo en los chicos cishetero, en los que el porcentaje se eleva al 51%. Estas cifras han aumentado 20 puntos porcentuales desde la última encuesta similar, realizada en 2019.
La consecuencia de estos prejuicios son las situaciones de acoso; las más frecuentes, las verbales. Uno de cada tres alumnos ha presenciado cómo se insultaba a un compañero por su condición u orientación sexual, aunque sólo el 3% de los alumnos se confiesa como agresor. El acoso online también repunta, un 14% de los escolares lo constatan, y un 3% de jóvenes en este tramo educativo confirma haber visto agresiones físicas en el colegio a chicos o chicas LGTBI.
Aumenta el número de los alumnos que miran a otro lado ante una agresión
Al aumento del porcentaje de escolares con prejuicios se suma otra regresión que aumenta las situaciones de acoso: desde 2019 ha aumentado el número de alumnos que no interviene ante un insulto o una agresión. Son, explica COGAM, "lamasa pasiva necesaria para que se dé una situación de acoso". La encuesta muestra que ante la violencia verbal o física contra un compañero LGTBI, un 1,5% dice "unirse a las burlas" y un 32% prefiere no intervenir o mirar hacia otro lado.
Por último, COGAM ha analizado en su encuesta la respuesta del entorno del alumno LGTBI. Salen bien parados los profesores, con datos similares a los de la encuesta anterior. Un 86% de los alumnos manifiesta sentir o ver apoyo hacia estos colectivos. También responde bien la familia, aunque un 25% de los escolares asegura que en su entorno familiar no se aceptaría su condición o su orientación sexual.
Fruto de todo lo anterior, la invisibilidad del colectivo LGTBI sigue muy elevada: el 77% de los alumnos no ha contado en clase su condición sexual. Un tercio de ellos no saldría nunca del armario, otro tercio lo haría, pero aún no y el resto no sabe qué hacer. Preguntados por las razones de esta decisión, argumentan que ocultarlo es un "mecanismo de control porque ser visible es poder convertirse en víctima".
El informe LGTBfobia 2021-2022 ha sido elaborado por Cogam, en base a las respuestas de 6.256 alumnos de entre 15 y 18 años (el 88% de la ESO) en 63 centros públicos (78%), concertados y privados de la Comunidad de Madrid. Éste es el único estudio de este tipo que se realiza en España y no es aleatorio, es decir, que se han escogido tanto los centros como las localidades para obtener la mayor representación del alumnado.